La cooperación, la integración sin discriminación, son aspectos inherentes al espíritu humano, pero han sido ignorados en un mundo que premia el egoísmo y la superioridad.? Es imposible abrazar con sinceridad los aspectos de otro si uno los rechaza en uno mismo. Al convivir armónicamente con nosotros mismos, nuestra relación con los demás y las respuestas a nuestro entorno inspirarán paz y armonía. Es claro entonces que sólo podremos aprender a convivir si primero aprendemos a ser.

AGUDIZANDO LA MENTE AL APRENDER A SER

Cuando, a través de la práctica de la introspección, un niño aprende a ser, aprende a pulir las capacidades de su mente. Estas incluyen: concentración, memoria, eficiencia, organización, atención, observación imparcial, empatía, percepción, intuición, inteligencia emocional.

“En la espiritualidad, los niños adquieren una conexión interna sólida”.

conciencia de si mismo, responsabilidad, pasión, curiosidad, creatividad, imaginación… y la lista continúa.

Estas capacidades ayudarán al alumno a avanzar en los otros tres pilares de la educación mencionados por el Reporte Delors, de UNESCO (aprender a hacer, aprender a conocer, aprender a convivir), y también en el interés del niño por hacerlo. Adicionalmente, debido a que el déficit de atención es un problema cada vez más común, la necesidad de fortalecer la capacidad de concentración de los niños es cada vez más importante.

“APRENDIENDO A SER EN EL AULA”

La “Práctica Meditativa de Isha Judd” -la propuesta de mi fundación para ser incorporada en el sistema educativo- incluye la introspección (aprender a ser) y el cultivo de valores que conducen a una coexistencia pacifica (aprender a convivir), los dos pilares menos fomentados en la educación.

Los beneficios de la Prácticas Meditativas no sólo son reconocidos como una práctica espiritual milenaria, sino también por los cambios a que induce en la calidad de vida y en la salud. La Práctica Meditativa genera relajación y paz interna, alivio del estrés, mejoría en el sistema inmunológico y en la memoria, incluso un aumento del coeficiente intelectual y la creatividad.

Cientos de estudios al respecto denotan el gran interés de la comunidad científica por profundizar en ello.

Nuestra propuesta reúne los beneficios de esta antigua práctica con conceptos educativos modernos. El resultado es un sistema completo que ayuda a generar crecimiento interior positivo y comportamientos destinados a una coexistencia
pacífica.

Al introducir a los niños en la espiritualidad, ellos adquieren una conexión interior sólida, impregnando sus vidas de una claridad de decisión, dicha y compasión, como también una mayor conciencia de si mismos. Como cita el Reporte Delors: Otro imperativo de la educación sería no dejar sin explorar ninguno de los talentos que, como tesoros, están enterrados en el fondo de cada persona. Citemos, sin ser exhaustivos, la memoria, el raciocinio, la imaginación, las aptitudes físicas, el sentido de la estética, la facilidad para comunicarse con los demás, el carisma natural del líder, etc. Todo ello viene a confirmar la necesidad de comprenderse mejor a uno mismo”.

Entrevista realizada en Estrella Valpo