El intelecto siempre nos está manteniendo en la dualidad, y es lo que hemos aprendido: “Hice algo mal” o “voy hacer algo mal”, o “nunca puedo hacer nada bien”, o “no soy suficientemente bueno, hay otro que es mejor que yo”, o “lo que yo doy no es suficiente”, o “lo que recibo no es suficiente” . Vienen pensamientos de rechazo, de autocrítica, de sufrimiento, tal vez recordando el pasado, y de ese modo permanece vivo el miedo de lo que pudiera pasar más adelante.

Pero podemos invitarnos, cada vez, a volver al amor. Cuando estos pensamientos aparecen, pon atención en la reacción interna: ¿que sientes?, y te abres a ese sentimiento, sin juzgarlo. Tal vez eso venga con una sensación física, una emoción, un recuerdo. Permanece presente en ese espacio interior. Tal vez vienen muchos pensamientos, y frente a esto, te invito a pensar un nuevo pensamiento: ”Alabanza al amor por este momento en su perfección”, enfocándote en tu corazón.

Esto te lleva a expandir tu conciencia en el momento presente. El cultivar este espacio interno como tu refugio, tu seguridad, es una elección que realizas momento a momento. Así, estamos aprendiendo a cuidar ese espacio interior, a hacernos conscientes de lo que sentimos, de la energía que hay detrás de los pensamientos y las acciones. Y si algo sucede en el afuera, ahora tenemos dos opciones: o nos enganchamos con miedo a que acontezca algo malo, o nos anclamos en ese lugar interno de paz, en este momento. El miedo atrae lo que el miedo teme. El amor se expande en el ahora, y da.

Frente a la inseguridad que nos produce una relación nueva, ¿elegimos creernos todos esos pensamientos de autocrítica y autorechazo? Generalmente es lo que sucede, pero hoy tienes una herramienta para elegir otra cosa: “Alabanza al amor por este momento en su perfección”, enfocándote en tu corazón. Entonces, si en cualquier situación la inseguridad te invade y sientes el miedo correr por tu cuerpo, tienes ahora dos opciones: alimentar ese comportamiento antiguo, o enfocarte en este nuevo pensamiento, esta faceta que te acabo de compartir.

De este modo comenzará a crecer, junto con el amor a nosotros mismos, la experiencia de dicha interior sin razón aparente. Y para que crezca la elegimos todo el tiempo, en lugar de elegir sufrir porque sí. ¡Ah! ¿Me dirás que no sufres porque sí? Pues en cada momento que cultivas pensamientos de inseguridad y miedo estás sufriendo, y lo haces sin darte cuenta. Pero, no es eso lo que quieres, ¿no es cierto?
Comienza a cultivar lo contrario: la dicha y la paz que subyace a todo y que comienza a ser tu experiencia cotidiana. Sigue eligiendo eso. Y no es que al principio vayas a estar en dicha todo el tiempo, pero enfocándote en ella, introduciendo esta faceta que hoy te enseño, irás removiendo lo que inhibe esa experiencia.

Pregúntate: “¿Qué está mal en este momento? “ Y podrás ver que nunca hay nada que esté mal. Si me entrego al momento presente, nunca hay nada que esté mal, nunca. Si me rindo al momento presente, a la vida, siempre estoy eligiendo el amor y la dicha.

Articulo original tomado de Estrella Valpo