El éxito es ahora, no es mañana, no es cuando recibas el gran premio, es en este momento. ¿Qué es lo que estoy siendo en este momento? ¿Qué es lo que estoy dando en este momento? ¿Estoy cambiando, estoy aprendiendo en este momento? ¿Cada paso que estoy dando es una nueva experiencia o estoy tropezando y cayéndome porque estoy tan enfocada en el objetivo que ni siquiera puedo ver lo que estoy aplastando a mi paso? Éxito es la conciencia del momento presente, ser consciente de uno mismo, es abundancia interior, es dar.

Vas a llegar a tu meta, pero si la meta es tan importante y estás ciego a lo que hay a tu alrededor, no vas a poder ver nada más que no sea tu objetivo y vas a estar nervioso para poder lograrlo. En el fútbol por ejemplo, ¿cuántas veces vemos eso? El jugador va nervioso, temblando, con el balón y el momento más importante… ¡le da fuera del arco!

¿Por qué sucede esto? Porque esa es la única cosa importante y porque hay tanto miedo en nosotros, que finalmente nos saboteamos. Y estoy usando este ejemplo porque seguramente lo pueden entender; desde chicos miramos el fútbol y ¿cuántas veces hemos visto suceder eso?

Y eso es justamente lo que hacemos en nuestras vidas: estamos tan enfocados en el gol que no disfrutamos de cada momento, no crecemos y hemos perdido todo este tiempo tratando de llegar al premio. Cuando no podemos obtener el premio, nos sentimos fracasados, pero aún cuando lo logramos, no nos llena, porque siempre hay otro objetivo y luego otro y otro. Yo conozco esto porque yo era la reina de los objetivos, y siempre lograba lo que quería porque yo era muy testaruda: lo obtenía, lo lograba y ya estaba en el siguiente y el siguiente y en algún punto me dije a mi misma: “ a veces me siento como un perro que se persigue la cola y cuando sea que la agarro, la suelto. Y la comienzo a perseguir otra vez, la agarro y la suelto”.

Lograr el objetivo a veces es fácil y a veces lleva mucho tiempo, pero siempre el resultado es el mismo: aunque creamos que el nuevo es más importante, que este es un objetivo mayor, siempre habrá otro mayor. Y si todo tu éxito depende del afuera, nunca será suficiente. Estará vacío porque si no hay amor adentro, si no estás dando ese amor, entonces es hueco, es una ilusión y nunca va a ser suficiente.

En las empresas están empezando a redefinir el éxito. En la visión tradicional, el éxito estaba basado en la obtención de dinero y de poder, pero están empezando a ver que se les ve tan exitosos y ¡a los 40 ya se están muriendo de un ataque al corazón! Así que en la nueva visión empresarial se introduce el concepto de bienestar, unido a los otros dos, para que el éxito sea más holístico y completo.

Y el bienestar se obtiene evolucionando en conciencia. Aprendiendo a meditar y a desarrollar nuestra inteligencia emocional, sabremos cómo amarnos a nosotros mismos y volcar luego ese amor a lo que nos rodea: Crea un desarrollo sustentable, da, ten relaciones de calidad con tu familia, con tus amigos, escucha a la gente, incorpora a los otros en vez de aplastarlos y echarlos fuera de tu camino para poder llegar a tu objetivo.
Eso es éxito, así que empieza a cambiar, redefine el éxito en algo más completo y conviértete en eso.