En estos momentos tan especiales las personas se han abierto más que nunca a pensar de una forma distinta de ser, a enfocarse en conocerse, a crecer en conciencia, y es el regalo más grande que se nos da. En realidad, la vida es solo para “ser”, y durante este tiempo de cambios y evolución también puedes disfrutar de todo de una manera nueva, una manera que antes no se conocía. Explórate.
La felicidad no tiene una razón, el amor no tiene un propósito, solo es. La vida es así, solo es. Así que el mayor regalo para todos es la capacidad de disfrutar de sus vidas. Vivir en el momento presente, dar, crear unidad, expandir la conciencia, y darse cuenta que simplemente la vida es.
¡Y todos los deseos y metas y todo las dificultades que enfrentamos son tan ilusorias! Porque únicamente estamos completamente satisfechos cuando nos transformamos en nuestra verdadera naturaleza, y eso es el amor-conciencia.
El mundo es amor-conciencia, nosotros somos amor-conciencia y tenemos que volver a casa, a eso. Porque nuestros deseos, nuestros apegos, son maravillosos para crear, pero cuando nos hacen sufrir, ¿dónde está la dicha? Y cuando los logramos, ¡están vacíos! Si no están llenos de amor, son huecos. Y después tenemos que buscar algo más, y algo más y algo más.
Llegó el momento para las personas de comenzar a preguntarse: ¿Qué es lo que tengo? ¿Soy feliz? ¿Estoy experimentando amor? ¿O estoy acomodando mi vida entera por miedo? ¿Estoy abandonándome? ¿O estoy viviendo mi vida desde un lugar de dicha, desde un lugar de dar, desde donde puedo resolver todas mis relaciones interpersonales? ¿Puedo dar amor y transformarme en la persona que yo más admiro? Éstas son preguntas importantes.
Y ahora que hemos parado – y paramos de verdad, ¿no es cierto? – ahora tenemos que parar nuestra cabeza y encontrar nuestro corazón. No tenemos que preocuparnos por el futuro, no hay nada de qué preocuparse. Nos adaptamos, cambiamos, evolucionamos, y eso es lo único importante. Y tienen que acordarse de ser eso: ser el amor, dar el amor, eso es lo más importante. Y todo lo demás , a través de la naturaleza de la vida, se va a ir resolviendo por sí mismo.
Y la forma más fácil de fluir, de dejar ir, es encontrando ese lugar de seguridad interna, ya que la razón por la que no podemos soltar es porque tenemos miedo. Entonces, en algún punto, tenemos que decidir confiar. Si algo me está angustiando, necesito dejarlo ir. Tengo que dejar de insistir y esperar a que el Universo se abra.
Como tenemos una idea fija con respecto a lo que queremos o necesitamos – que traemos de lo aprendido – si damos una mirada a este momento, descubriremos que tenemos un poder mayor desde el cual estamos creando. Y cuando empezamos a decir SI, nos comenzamos a abrir a un nuevo mundo. Cuando te quedas fijo en tus ideas estás limitando tu creación, porque estás creando desde lo que tú ya sabes, no desde lo desconocido. Y hay una gran diferencia, pues hay muchísimo que no se sabe.
Entonces la gran invitación de este momento es a soltar, a dejar ir. Y cuando sueltas, permites que eso te permee y brinde posibilidades ilimitadas de expandir el amor, la dicha y la paz internamente y a todo a tu alrededor.
Cuando nos amamos a nosotros mismos traemos paz al mundo, a nuestro mundo, y esto tan simple, tan anhelado, puede ser nuestra mayor contribución en este momento a la humanidad.