Puede que no hayas encontrado lo que sientes que quieres o necesitas, tal vez no estés seguro de qué sea bueno para ti o qué satisfaga tu corazón. No hay nada malo en seguir buscando, solo que no lo uses para desilusionarte, o para culpar al afuera.

Siempre es uno mismo el que elige, nadie te obliga a hacerlo. Incluso cuando dices: «me convencieron», fuiste tú mismo – tal vez por curiosidad o para hacer algo diferente – el que actuó en esa dirección. Aunque sea por un instante tuviste el pensamiento interno: «voy a ver de qué se trata». O sea que, cuando te convencen, también es tu propia responsabilidad.

Y así como diste el paso para acercarte a algo, puedes dar el paso para alejarte y cambiar de rumbo. Y aquí es donde, activa o pasivamente, eres responsable. Si no te gustó y no dijiste nada y te quedaste, elegiste. Pasivamente, pero elegiste con tu acción. El punto es hacernos responsables de todo. De elegir quedarnos o irnos, de que nos guste o no nos guste. Nadie fuerza a nadie a hacer nada.

Tiene que quedarte claro que con todo lo que suceda, siempre debes apuntar el dedo de vuelta hacia ti. Y no es que algo sea malo por el hecho de que no te guste. Simplemente no te gusta, entonces, señal clara, no es para ti.

Algunas personas viven el entusiasmo de la búsqueda y la adrenalina constante de lo nuevo, o al contrario, la seguridad de la estructura encontrada, y eligen quedarse. Muchos lo hacen para complacer a otro, y eso es tan fuerte, que nunca se plantearon lo que realmente querían. Y bien, todo es experiencia: el quedarse o el continuar camino, el buscar eternamente o el encontrar. Cada uno es un individuo único que elige.

Tal vez lo que realmente quieres es encontrar tu verdad interior, tal vez tu llamado es el de la auto-realización. Entonces te vas a enfrentar a ti mismo, y si tu búsqueda tiene un anhelo de verdad, en algún momento te tendrás que mirar profundamente. Si no quieres ver, puedes elegir cambiar de herramienta espiritual como cambias de pareja, buscando siempre en lo externo algo que te satisfaga o que sea como tú quieres que sea.

Pero en algún momento te tendrás que dar una mirada a ti mismo y tomar responsabilidad, pues tendrás que sanarte y expandir tu conciencia, tendrás en algún punto que soltar las máscaras y rendirte, entregarte a ese encuentro contigo. ¿Puedes rendirte? ¿Puedes elegir este nuevo año entregarte en amor a ti mismo?

Esto requiere un corazón valiente. Pero claro que puedes, y a medida que cultivamos la conciencia es más fácil cada vez, y se vuelve natural. Más conciencia, entonces puedo confrontar más miedos. A eso te guía el escuchar tu corazón, ser un cien por ciento lo que tu corazón te pide.

Esto es lo que puedes elegir, porque es la confianza absoluta: me entrego a mi voz interna, donde mi brújula interna me dirige, me abro a recibir, a fluir, confío en mi creación, y en cada momento me enfoco en eso y me dejo guiar.

Entonces, comienza este nuevo año como un viaje, una aventura que disfrutes abierto, eligiendo hacia dónde ir.

Feliz viaje 2018!!!!