En la búsqueda de la plenitud, a menudo tratamos de llenar nuestro vacío interior con una pareja. Incluso muchos de nosotros hemos llegado a creer que la plenitud solo es posible en los brazos de nuestra alma gemela.

El problema es que al obsesionarnos con encontrar la plenitud externa, hemos descuidado la relación más importante que tenemos en nuestras vidas: nuestra relación con nosotros mismos. Aunque sea lo mas importante, la dejamos al final de la lista.

Creemos que amarnos a nosotros mismos es egoísta. Sin embargo, hasta que aprendamos a hacerlo, nuestras relaciones íntimas se llenarán de necesidad y codependencia. La ironía es que nuestra pareja está haciendo exactamente lo mismo. Jugamos estos juegos, modificándonos con el fin de complacer al otro, abandonando lo que realmente sentimos por temor al rechazo. Vivimos en la limitación y la insatisfacción, pensando que si nos permitimos ser exactamente como somos, vamos a ser reprendidos por aquellos a quienes amamos. Sin embargo, todos los demás están haciendo exactamente lo mismo!

Pensamos que al soltar el apego hacia nuestros seres queridos, vamos a perderlos, pero en realidad es todo lo contrario. Cuando amas sin condiciones, incluso si tu pareja no está a tu lado, la sentirás más cerca que nunca. Pues la habrás encontrado dentro de ti mismo.

Cómo pasar del Amor Condicional al Amor Incondicional

¿Cómo podemos saber si nuestras relaciones personales se basan en la necesidad o en algo más profundo? Aquí comparto algunos de los indicadores comunes de la dependencia mutua y otros comportamientos que erosionan la buena voluntad y la armonía en las relaciones. Pregúntate si haces estas cosas en tus relaciones y luego lee mis sugerencias de cómo cambiar estos comportamientos por una forma más amorosa de interacción.

Escenario: ¿Mientes a tu pareja?

Las mentiras van desde pequeñas cosas (sí cariño, me encanta tu cazuela de pollo) a las más importantes como decirle a tu pareja que tienes que trabajar hasta tarde cuando en realidad vas al encuentro con un amante. Pero indistintamente de que las mentiras sean pequeñas o grandes, son un signo de una relación basada en la necesidad de recibir la aprobación del otro.

Solución: Sé honesto.

El amor es siempre veraz. La mentira viene del miedo. Si deseas una relación realmente amorosa, la verdad es la única opción. Siempre. 

Escenario: ¿Tratas de controlar y cambiar a tu pareja?

La necesidad de modificarl@ viene de tus propias espectativas de como piensas que debería de comportarse para que tu te sientas apoyad@ y amad@. Esto viene de no tomar responsabilidad por tu propia seguridad.

Solución: Suelta eso.

Cuando te veas manipulando o siendo prepotente, detente. Tráete al momento presente y piensa internamente: “Yo puedo soltar eso”. Ve hacia el interior y céntrate en amarte a ti mismo. Entonces, la necesidad de controlar a tu pareja se desvanecerá.

Escenario: ¿Tus conversaciones siempre se convierten en discusiones?

Tal vez encontrarás que los más pequeños desacuerdos desatan en argumentos desproporcionados en tu relación y que antes de terminar de dar tu punto de vista, tu pareja reaccionará con una idea pasada de lo que estás pensando o sintiendo y viceversa.

Solución: Escucha.

Cuando tu pareja te esté hablando, realmente escucha lo que te dice, especialmente si no estás de acuerdo o si te hace enojar. Encontrarás que las cosas que menos quieres escuchar son las que más te pueden ayudar a crecer. No tienes que estar de acuerdo con ella para escucharla y por escuchar no estás dándole automáticamente la razón, pero te estás abriendo a recibir lo que tiene para mostrarte. Cuando uno escucha, aprende más sobre la otra persona, pero más importante aún, aprendes más sobre ti mismo.

Escenario: ¿Te sientes resentido?

Si no expresas tus sentimientos abiertamente con tu pareja, el resentimiento empezará a crecer dentro de ti y luego detonará por las cosas más pequeñas y tontas. Si encuentras que, durante una discusión, vuelves a sacar la lista de todo aquello por lo que te sientes resentido, no estas expresando lo suficiente.

Solución: Sé vulnerable.

Una relación verdaderamente amorosa aguantará la prueba de la verdad. Sé honesto acerca de lo que sientes y pronto verás la verdadera naturaleza de tu relación. Dile a tu pareja cómo te sientes. No trates de cambiarlo; expresa con el objetivo de ser totalmente transparente, de mostrarte exactamente como eres. Reconoce el miedo en la raíz de tu tendencia de no hablar y permítete sentirlo. Al hacerlo, comenzarás a liberar la carga emocional que causa el resentimiento y a reemplazarla con amor.

Lo maravilloso acerca de estas recomendaciones es que sólo requieren una persona para funcionar: ¡Tú! No caigas en la trampa de pensar, “no puedo compartir mis sentimientos con él, porque nunca escucha”… o “voy a ser honesto con ella, si ella es honesta conmigo”… Si tu relación esta basada en dos personas que realmente se aman, se convertirá en más íntima, más satisfactoria. Y si el amor se ha ido, entonces probablemente terminará pronto. Pero, cuando te enfrentes con la verdad, pregúntate lo siguiente: “¿en realidad quieres pasar tu vida con alguien que no te quiere?” La verdad es que, una vez que empiezas a ser lo suficientemente honesto para hacer frente a esa realidad, ya estarás en camino a amarte a ti mismo. Y encontrarás que esto te compensa por demás la pérdida de una relación que era en última instancia insatisfactoria.

 

Contemplación

¿Estás esperando a la pareja perfecta? En lugar de mirar hacia afuera, enfócate en enamorarte de ti mismo. Se la pareja perfecta para ti mismo, apreciándote, inspirándote, dándote la confianza y el apoyo que buscas.

Si estás en una relación, observa donde te abandonas con el fin de complacer al otro. Di tu verdad incluso si sientes miedo de ser rechazado. Hablar la verdad a veces da miedo, pero a la larga traeráuna mayor honestidad y transparencia en tu relación. La verdadera intimidad no puede ser alcanzada si estamos usando una máscara. Si ocultamos nuestro verdadero ser detrás de lo que creemos apropiado, nos alejamos de la gente que más queremos.

Cuando ves algo que no te gusta en tu pareja, llévalo hacia adentro. Pregúntate a ti mismo, ¿Quésiento cuando él / ella hace eso? En lugar de tratar de cambiar a tu pareja, dile lo que sientes, con la intención de dejar ir los sentimientos. Te sorprenderás de cuantas de las cosas que juzgas o rechazas en tu pareja son en realidad aspectos de ti mismo. Si las usas para ir hacia adentro y sanarte, puedes transformar las cosas que no te gustan de tu relación en regalos inesperados: oportunidades para sanar y crecer.

Te dejo hoy con otro video reciente sobre como la relación que tenemos con nosotros mismos se ve reflejada en nuestra pareja: