Se nos enseñó a sobrevivir, no se nos ensenó a vivir. Y esto es lo más hermoso de la propuesta educativa de la Fundación Isha. Enseñamos a los niños a cómo vivir, cómo estar en el momento presente, cómo sentir sus emociones, cómo comunicarse el uno con el otro, cómo apreciar y amarse a ellos mismos y, como consecuencia, apreciar y amar a todos los demás. Enseñamos a los docentes y a todo el mundo a dejar ir lo viejo y comenzar a crear una sociedad desde la responsabilidad. Les enseñamos a atravesar todos sus miedos y a amarse.

Y si ustedes les enseñan a sus hijos a amar en vez de resentir, en vez de juzgar, en vez de competir, sus hijos van a crecer felices. Si ustedes nutren su conciencia, imaginen, imaginen lo que pueden crear en su propia vida y en la vida de sus hijos.  Está en nuestras manos lo que les mostramos a ellos, lo que les enseñamos: unidad o separación. Ser creadores o ser víctimas. Eso está en tus manos, así que elige lo más elevado para ti, porque eso te está definiendo a ti.

El mundo esta cambiando tan rápidamente. Las empresas están cambiando, la educación está cambiando, la conciencia del medio ambiente está cambiando. Nos estamos transformando en un mundo global. Antes, simplemente nos enfocábamos en una cosa: obtener, obtener, obtener. ¿A costa de qué? A costa de muchísimas cosas. A costa del medio ambiente, de nuestras relaciones, de no pasar tiempo con nuestros hijos, de perder lo más valioso para nosotros, nuestra salud por ejemplo. Tenemos que poder apreciar lo que sí es importante, y lo primero y más importante, eres tú mismo. Tenemos que amarnos a nosotros mismos.

Esto nuevo, más real, que estamos creando en este proceso de transformación personal, es el amor, y ésa es nuestra verdadera naturaleza. Creamos una personalidad que no es quienes realmente somos, nos presentamos al mundo así, pero siempre estamos dudando de si esa personalidad es lo suficientemente buena o apropiada. Y así estamos constantemente preguntándonos: “¿Estará bien así?” “¿Me alejará del amor?” ¡Todo esto es un arduo trabajo, muy duro, porque creemos que tenemos que controlar todo y ser cuidadosos, para no equivocarnos!

Terminamos agotados y destruídos, exhaustos, tratando de controlar todo. Pero ¿es ésa nuestra seguridad? ¿Es eso quienes somos realmente? No, en realidad no. Quienes realmente somos está dentro nuestro y es perfecto y único y no necesita control, solo es. Y una vez que aceptamos eso, encontramos la libertad.

Por ejemplo: si no tenemos que estar mirándonos y controlándonos todo el tiempo – preocupados de si seremos amados, si estamos siendo apropiados o si estarán de acuerdo con nosotros – si simplemente nos amamos incondicionalmente y damos ese amor, entonces encontramos la libertad. Porque la conexión con nuestra esencia es la libertad verdadera, y desde ahí nuestra capacidad de dar, es enorme.

Te invito a descubrir y a abrazar este potencial dentro de ti.

Articulo original tomado de Estrella Valpo