Absolutamente. El cielo y el infierno existen, pero están aquí en la tierra, porque creamos el cielo y el infierno a través de nuestras percepciones. Yo experimento el cielo en la tierra porque estoy rendida en cada momento y fluyo con mi Universo. Vivo en el aquí y el ahora y abrazo la abundancia, la magia y el amor. Percibo la perfección de mi creación y disfruto la dualidad.

La experiencia humana

Encuentro que esta experiencia humana es el juego más emocionante, maravilloso, inspirador e iluminador que existe. Encuentro a lla humanidad compleja, entretenida, linda, molesta, insoportable, encantadora, fascinante, aburrida, creativa y artística. Encuentro que todo es como un enorme potpurrí que tiro al aire como palomitas de maíz y que voy saboreando a medida que van cayendo al suelo.

La vida es una obra teatral

Para mí, la vida es una obra teatral, un juego lleno de maravillas, y la naturaleza es mi parque de diversiones. Me deleito con la belleza del planeta, me encanta la blancura de Los Andes, la aridez de los desiertos chilenos, las playas rebosantes de palmeras del Brasil, las exuberantes selvas de Colombia y las ondulantes y verdes colinas de Australia.

La maravilla de la vida

Amo el poder y la perfección de los animales, desde la cómica apariencia de un ornitorrinco a la majestuosidad de un perfectamente cincelado caballo purasangre. Amo al gato callejero que parece estar lleno de infecciones y amo la perfección del jaguar negro que merodea por ahí con un collar de diamantes en su cuello.

Estoy fascinada por los contrastes de la ciudad, me encanta el ruido, me encanta el desorden, me encanta la bella arquitectura y los pueblos con casuchas en las laderas de los cerros. Me encantan las magníficas playas y las chozas y mansiones que las rodean. No hay nada en mi corazón que yo no perciba como maravilloso.

Admiro a personas de diferentes profesiones y condiciones sociales, desde Tina Turner y Nelson Mandela hasta el mendigo paralítico de la esquina con su sonrisa sin dientes. Me maravilla la creatividad de toda la humanidad, los grandes poetas, las actrices, los filósofos, los gurúes. Mi mundo está lleno de diversidad y puedo ver la perfección de todo ello. Podría hablar durante una eternidad de lo mucho que amo mi vida porque estoy experimentando la conciencia. Ya no siento miedo y conozco la grandeza de quien soy. Vivo en un lugar permanente llamado cielo.

El infierno

Si quieres saber cómo es el infierno, te contaré una historia. Yo vivía en un país hermoso, tenía muchos amigos maravillosos, me dedicaba a algo que me apasionaba, poseía una propiedad magnífica frente al mar y todo el dinero que necesitaba. ¡Pero nunca era feliz! Siempre estaba enfocada en lo que no tenía. Mi seguridad siempre dependía de algo externo, como mis relaciones co-dependientes por ejemplo, y siempre estaba buscando algo que me dejara satisfecha dentro de la ilusión.

¿Qué eliges?

No importaba cuán duro trabajara, no importaba cuánto éxito tuviera, siempre me sentía necesitada y carente. No importaba cuánto me amase alguien, nunca era suficiente para llenar ese vacío de abandono que tenía en lo profundo de mí. Y ese abandono era tan devastador, que me hizo buscar interminablemente algo afuera, transigir con mi ser sin fin…. vender mi alma para recibir la aprobación de los otros.

Y eso me desgastó hasta quedar como una migaja de mi verdadero ser.

Y fue dentro de esa inseguridad y pérdida de mí misma y de mis máscaras donde logré crear mi propio infierno en la tierra.

De modo que la respuesta a la pregunta es:
si,
hay un cielo y hay un infierno.
¿Qué eliges?