Los conflictos surgen a causa de nuestro apego a las ideas. Cuando dos naciones entran en pugna por una diferencia de opinión, la resolución debiera lograrse a través de ayudar a ambas partes a ver más allá de sus posiciones e ideas individuales, para alcanzar así el punto de concordancia.

En nuestro deseo de tener la razón, de demostrar que estamos en lo cierto, perdemos de vista nuestro deseo más profundo: la paz, el amor, la aceptación. Para resolver cualquier clase de conflicto, sea personal o internacional, es fundamental que llevemos el diálogo más allá de la superficie, pues toda pelea surge de un disgusto más profundo.

Proveer un espacio en el cual ambas partes puedan airear sus sentimientos puede ayudar mucho a lograr esto. La importancia de permitir que ambas partes se sientan escuchadas y ayudarlas a ir más allá del elemento emocional —desde los egos ofendidos hasta los sentimientos de inferioridad— también debe ser tomada en cuenta. Al fin y al cabo, todos somos seres humanos, incluyendo a los protagonistas del escenario internacional pues, aunque sus decisiones afectan a naciones enteras, ellos también están influenciados por opiniones y sentimientos personales.

Muchas organizaciones están utilizando la orientación para resolver conflictos. La “Terapia centrada en la persona”, desarrollada por Carl Rogers, es particularmente útil, pues puede ser aplicada por gerentes sin necesidad de contratar consejeros especializados. La capacidad básica que ésta requiere es ser un “buen oyente”, y es indudable que un buen gerente posee este don.

Dar a las partes la oportunidad de compartir sus sentimientos —de expresarlos en presencia de alguien que escuche de manera compasiva y empática— ayuda a liberar frustraciones y a crear las condiciones en las que el individuo frustrado esté dispuesto a explorar posibles soluciones y lidiar mejor con cualquier dificultad personal que esté influenciando su capacidad de ponerse de acuerdo con el otro.

Una iniciativa maravillosa es la de The Elders (“Los Ancianos”). Son un grupo de figuras públicas compuesto por estadistas, activistas de la paz y defensores de los derechos humanos, de avanzada edad,zA)(OIU convocados por Nelson Mandela en el año 2007 para promover juntos la paz y los derechos humanos.

Conformado por figuras globales como Kofi Annan, ex secretario general de Naciones Unidas; Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos; el obispo Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz y otros, este grupo de humanitarios profundamente solidarios, inspirados por el rol tradicional que ocupan los ancianos en las comunidades indígenas, usa la sabiduría de sus años como ayuda para guiar a los pueblos. Ellos viajan a áreas de conflicto para crear conciencia sobre personas cuyos derechos no están siendo respetados y a mediar desde una perspectiva apolítica.

Espero que en el futuro el rol de The Elders pueda tomar mayor importancia en el escenario mundial, a medida que la globalización va reclamando un diálogo que incluya a todas las naciones y a todos los pueblos, en busca de la Paz.

Articulo original tomado de Estrella Valpo