El intelecto normalmente vive en una cajita muy pequeña, y esta cajita se llama conocimiento: aquellas cosas que he aprendido, lo bueno y lo malo, lo correcto y lo equivocado, los juicios. Esta cajita nos sostiene dentro de la ilusión y la limitación.
Cuando comenzamos a evolucionar, el Universo nos envía más posibilidades, para tener nuevas experiencias , ampliar nuestro horizonte, y mientras más decimos SÍ, más experiencias vamos a tener. Porque si nos mantenemos estancados y rígidos en esas cajitas, ¿que sucede? Nada. No evolucionamos, no crecemos, nos quedamos en un lugar cómodo, quejándonos.
Comienza a decir SÍ a la vida, cuestiona tu intelecto, no lo transformes en ley. Yo escucho a tantas personas que hablan y es como una conversación que no tiene sentido, ideas que provienen tal vez de la abuela o de los padres. Pero ¿te has detenido a cuestionar si esas personas eran felices? ¿Si tú eres feliz?¿Por qué no me abro a una nueva posibilidad y confío en que algo bueno está viniendo hacia mí, en lugar de protegerme todo el tiempo? ¿Por qué sigo hablando sin ser consciente de lo que estoy diciendo, de cómo estoy reaccionando? ¿Es un programa viejo? ¿Es mi programa? ¿Estoy abierto a un nuevo programa? Estas son las preguntas que tenemos que hacernos, porque si seguimos obedeciendo a aquello que conocemos, nos quedamos exactamente en el mismo punto.

La dicha es evolución, es dar, es amor. Muy a menudo escucho a las personas decirme: “no es lo que yo hubiera elegido para mi vida”. ¡Claro que lo es! Porque tú lo has creado, ahora disfrútalo. “Pero no es lo que yo quería hacer”. Y bien, puedes cambiarlo.
Las personas viven en esta ilusión de que la felicidad es una situación externa, pero es interna. Estaba viendo un video de un cura que se instaló en un lugar que era horrible, pobreza extrema, gente muriendo de hambre, sin ninguna forma de educación ni ayuda del gobierno, un desastre. Pero él fue ahí a dar y creó un milagro increíble: creó comida, desarrollo sustentable, educó a los niños y a medida que fueron evolucionando construyeron casas y viven en un lugar fuera de la ciudad en medio de la nada. ¿Fue fácil? ¿Fue lo que había planeado para su vida? No, pero simplemente soltó y permitió que Dios actuara. Y él va a ganar posiblemente el Premio Nobel de la Paz, pero estoy segura que ni le importa, y eso es dar. Y este hombre es guapo, argentino, un cura ayudando a los niños en el medio de la nada. Un hombre increíble y feliz. ¿Les parece que ha tenido desafíos? Claro que sí. Estoy segura que se confrontó con muchísimas cosas negativas, pero él sabe que es abundante.
Comienza a decir SÍ, ¡porque el “no” es tan fácil! Cualquiera puede decir no, no hacer nada y culpar al afuera. Yo no estoy diciendo que todos tengan que ir a Madagascar a salvar niños, pero cuando te estás quejando de tu vida normal en la que vives cómodamente – “ Ah, esto no es lo que yo quería para mi vida” – sacúdete un poco y sal a dar. Empieza a enfocarte en la alabanza, en el amor y en la gratitud.
Articulo original tomado de Estrella Valpo