Todos venimos al mundo como puro amor, pura conciencia, y venimos iluminados. Si miras a un bebé verás que no pestañea, y eso es porque toda la energía de la conciencia está dentro de él y se mueve hacia afuera. Todos sus chakras, sus centros energéticos, están abiertos y listos para jugar el juego.

El inicio de la separación de nosotros mismos 

A causa de la separación de nosotros mismos es que creemos en las almas individuales. El propósito de nuestros cuerpos y el propósito de nuestras almas, el propósito de todo en realidad, es crear esta ilusión de separación. Nada de eso es verdad, todo es una mentira cósmica.

Sentirnos separados del amor

Y luego creamos falsedades dentro de nuestra experiencia humana que nos hacen sentir separados de la fuente de todo el amor, nos hacen sentir limitados y menos que perfectos. Nos hacen sentir abandonados, que nuestras necesidades no han sido satisfechas o que somos vulnerables y pequeños, y eso es exactamente lo opuesto de la verdad. Percibimos todo estando afuera. Pero esa es la Ilusión. En realidad, todo está adentro.

No hay nada sino la totalidad del amor

El alma, el cuerpo, el árbol, el perro, son todos uno. Todo es amor. No hay un propósito especial, no hay un ideal de “lograr algo”, no hay nada que obtener, son todos conceptos del intelecto dentro de la dualidad. Estamos percibiendo desde la perspectiva de “lo bueno y lo malo”. Nos vemos a nosotros mismos logrando lo bueno y superando lo malo, pero eso no tiene nada que ver con la verdad.

El verdadero karma de la vida es la vida mostrándote a ti, tú mismo: nunca cometiste una equivocación, nunca vas a cometer una equivocación. Tú eres solo el Uno, siendo, en su perfección humana.

La inocencia te lleva hacia el amor

Siempre les pido a mis estudiantes que sean inocentes, que dejen de interpretarlo todo, que dejen de intentar “descifrar el código”, como si insertando la contraseña correcta, todos los secretos de la creación les fueran a ser develados. Solo sean inocentes y abiertos en cada momento.

Todo es uno, todo es lo mismo, todo es amor 

Simplemente toma una forma al principio diferente, pero sigue siendo solo amor, sigue siendo solo unidad, cambiando de forma dentro de la ilusión de la dualidad. No es que los animales vibren en una frecuencia mas elevada que los minerales o los vegetales, todo es solo conciencia y energía, manifestada dentro de la ilusión.

Siempre me asombra que las personas hagan la misma pregunta desde diferentes perspectivas. Es como si pensaran: – “Si pregunto lo mismo un millón de veces, finalmente podría recibir una respuesta que calme la curiosidad preguntona de mi intelecto”. Cuando uno está anclado en el corazón las preguntas se detienen, y el amor y la perfección prevalecen en todo, y nos enfocamos en la belleza y en el brillo, en lugar de enfocarnos en la necesidad de entender.

De niños estamos fascinados por la belleza 

Los niños son inocentes, no desean entender nada. Nosotros les enseñamos a hacer preguntas, les enseñamos a cuestionar todo, les enseñamos a necesitar comprender. Pero cuando son pequeños, solo están fascinados por la magia y por la belleza.

Empezar a atestiguar lo que sucede

Atestiguar la naturaleza siendo, es maravilloso en sí mismo. Atestiguar la perfección de la creación y atestiguar cómo cada aspecto está jugando su parte, reuniendo a la totalidad de la creación, atestiguar cómo la muerte tiene que suceder para que haya renacimiento, atestiguar la muerte del Invierno y la alegría de la Primavera, ambos con su propia belleza especial. El movimiento de la vida fluye, es todo amor reestructurándose, cambiando de forma, teniendo un billón de experiencias y una multitud de estaciones. Y aún es amor, sigue siendo amor.

Recuerdo que un día una de mis estudiantes me preguntó: “¿Cuándo comenzará la magia?” Y yo le respondí: “La magia comenzó hace mucho, pero tú nunca te quedaste suficiente tiempo en tu corazón para poder atestiguarla”.

Así que
abran sus corazones,
ábranse en la inocencia
 y observen la magia
 de su propia
creación.