Más allá de lo que tengamos en el banco o en el bolsillo, predomina una percepción interna que nos dice: “No hay suficiente”, “tengo que cuidar lo que es mío», y siempre esa acción está activada por la protección, y esa protección está creando el que yo me sienta más pequeño, y que lo que yo pueda hacer sea limitado.

Siempre esa acción de acaparar o guardar, protegiendo, nos lleva a crear menos, y tú tienes que ver ese aspecto que tiende a enfocarse en la falta, en la carencia, y que no siempre tiene que ver con lo material. ¿Y qué viene con eso? La queja: “¡No es suficiente amor el que me das!” “¡No hay suficiente dinero!”, “¡No hay suficiente belleza!” “¡No hay suficientes oportunidades!” ”¡No hay suficiente de esto o de lo otro!” Si te quejas por lo que falta, lo que falta crece, crece y crece.

¿Pero qué sucede si uno aprecia? La energía cambia y va en la otra dirección, y entonces es eso lo que crece. Observa tus acciones: ¿En qué te estás enfocando? ¿En apreciar? ¿En la alabanza, en el amor y en la gratitud? ¿Te enfocas en el vaso medio lleno? ¿O te estás enfocando en lo que está mal, en lo que falta, en el vaso medio vacío? Si estás haciendo eso, nunca nada será suficiente. Cuando te enfocas en lo que falta, el miedo es tan, pero tan grande, que nunca habrá suficiente, nunca nada llenará lo que falta.

Tienes que poder ver esto. Y lo mismo sucede con tus acciones: enfócalas hacia lugares que se abran para dar, y en consecuencia, serán abundantes para recibir también. Por ejemplo:“¿Dónde puedo dar más, para así poder ser más yo?”, en lugar de estar protegiendo las limitaciones, pensando y actuando: “¡No, no puedo dar más, estoy exhausto! ¡Si doy más la gente no me valorará, se aprovecharán!” ¿Ves como aquí está hablando el miedo? Miedo a que te quiten, miedo a no ser valorado, miedo a no tener, miedo, miedo, miedo.

Cada uno de ustedes puede comenzar a eliminar los miedos que obstaculizan el fluir. ¡El universo sólo quiere darte y siempre está trayendo todo hacia tí!

Qué tal si ahora te enfocas en dar, desde un lugar de abundancia, y amar también desde un lugar de abundancia, y así transformarte tú mismo en la abundancia? Si sientes que no eres abundante, haz de cuenta que sí lo eres y lo practicas ¡dando! ¡Dando tu energía!¡Dando tu tiempo!¡Dando tu amor!

No tenemos que ir muy lejos para encontrar los lugares en los que podemos dar. Muy pronto podrás sentir la intensidad que experimentas cuando estás así abierto. El gozo interno, profundo, silencioso, será una experiencia que te enseñará un nuevo camino, desde el miedo que se disuelve dulcemente, al amor siendo pura acción.

Tal vez es un momento de atención hacia alguien, tal vez tiempo para con tu niño que te reclama que dejes de hacer tu rutina y te sientes a jugar junto a él. Esa acción impactará su sentir. O sales a la calle y en lugar de estar dentro de tu cabeza llena de preocupaciones, estás atento a tu alrededor, y puedes dar una mano, asistir. Puede ser algo simple, un cruce de miradas, una sonrisa. Hay miles de pequeños pasos que día a día podemos recorrer. ¿Te animas a recibir de la vida todo lo que está esperando darte?

Artículo original tomado de: La estrela Valpo