A veces, cuando hay algo externo que no sale como queremos, tal vez el sentimiento es que no lo merecíamos, y ése un lugar donde no nos apreciamos. Pero los cambios son internos y tenemos que hacerlos nosotros. Tenemos que comenzar a creer en nosotros, enfocándonos en lo que queremos, pero que nuestra felicidad no dependa de ese objetivo.
Porque la felicidad es ahora. Aquí y ahora. Sigue enfocándote, pero no transformes la felicidad en algo que dependa de ese resultado. Algunas de las personas más exitosas del mundo intentaron tantas veces, con sus inventos, sus creaciones, sus proyectos, pero sucedieron muchas cosas antes de que maduraran lo suficiente y estuviesen listos para recibir lo que querían.
Porque la vida se trata de evolución. “Ahhh, cuando obtenga eso seré feliz”. Pero puedo tener cientos de experiencias en el camino hacia ese objetivo. Por ejemplo, yo corro enduro ecuestre y quería ganar la copa del mundo. El primer año que me presenté al Mundial de Enduro, mi caballo resbaló cayendo encima mío y me destruí el fémur completamente. Me rompí las costillas, estuve en silla de ruedas, luego muletas, durante un año. Estaba destruida, nada que ver con mi sueño, ni siquiera terminé 10 kilómetros en una carrera de 160 km, imagínense. Pero las buenas noticias fueron que mi yegua estaba bien.

Y el año pasado, compitiendo nuevamente en el Mundial, salí quinta y esto fue con los mejores jinetes del mundo como contendores. Y yo montaba un pony chiquitito, y ahí estaban los grandes jeques con sus grandes caballos, ¡y mi pony! ¿Saben qué fue interesante? Que cuando llegué a la meta me olvidé de en qué lugar llegué. Mi objetivo había cambiado completamente, lo más importante para mí era mi caballo. No se trataba de ganar ni de ser la mejor. Se trataba de llegar a la meta dando lo mejor de mí. Y cuidé mucho a mi yegua. ¡Y entre 180 caballos ella salió quinta, entre los mejores caballos del mundo! Así que se pueden imaginar. Pero pasaron cuatro años desde el accidente y 8 años de entrenamiento previo.
Así que las cosas no siempre vienen exactamente como nosotros queremos y realmente no creo que yo tenga ningún problema recibiendo, pero evoluciono, crezco, cambio, y sé que todo lo que viene hacia mí es para mi crecimiento, para que yo sea más, para que tenga más experiencias, para dar más, para ser más madura, siempre. La vida siempre me está empujando hacia adelante.
Y una vez que comienzas a decir sí, todas las experiencias se transforman en buenas experiencias. Cuando me quebré la pierna fue una buena experiencia, cuando andaba con muletas dando la vuelta al mundo también fue una buena experiencia. Todo fue bueno, yo disfruté todo porque mi felicidad no estaba enfocada en la copa sino en aquello que yo estaba siendo.
Yo puedo usar ese ejemplo y es un ejemplo fuerte, ¿cierto? Estoy segura que muchas personas han tenido historias más difíciles aún, pero no se enfoquen en lo que no tienen, enfóquense en lo que tienen, aprecien y den gratitud por eso.