Nuestro talento se opaca por nuestra timidez, se pierden oportunidades de crecer y progresar y nos sentimos atrapados en un círculo vicioso. La timidez, disfrazada de falta de iniciativa o indiferencia, viene desde un lugar más profundo aún. En este lugar profundo podemos encontrar miedo puro: miedo a lo que otras personas piensen de ti, miedo a ser desaprobado, miedo, miedo..

Qué hacer? Lo único que podemos hacer es encontrar la seguridad en nuestro interior: que te importe mucho más lo que tú piensas de ti mismo que el exterior. Seguramente vienen pensamientos de poca valoración, algún personaje autoritario y crítico en nuestra historia nos hizo sentir menos frente a una situación en la que teníamos que mostrarnos.

En realidad no importa qué fue, ni cuándo, ni cómo. Lo único que importa es que cuando eso actúe – porque nuestro recuerdo, nuestro pensamiento, tiene a ese personaje grabado dentro – escuchemos a nuestro corazón diciéndonos SÍ, y demos los pasos necesarios para mostrar nuestro talento y disfrutar nuestra pasión.

Vivir con miedo, sin realizar nuestro potencial, sin experimentar nuestra pasión y sin avanzar, es doloroso. Así que podemos romper eso enfocándonos en la conciencia, en el amor hacia nosotros mismos, en ese espacio en nuestro corazón que nos dice SÍ.

Estamos siempre comparándonos y pensando que tendríamos que ser distintos, ser de una determinada manera o hacer determinadas cosas y no somos libres de ser como somos. Pero cuando comenzamos a amarnos incondicionalmente, cuando comenzamos a ser nuestra esencia verdadera y a pulir eso, nos damos cuenta lo perfectos que somos. Y comenzamos a ser lo mejor que CADA UNO puede ser.

Y a medida que te transformas en más amor, el espejo te va reflejando ese amor. A medida que dejas ir más juicios, el espejo te refleja eso. Todo es un reflejo, pues tú eres el mundo, y cuando tú cambias, cambia el mundo.

Para cultivar la confianza en uno mismo no hay garantías, no hay papeles firmados. Se confía confiando, dando los pasos, experimentando y asimilando. Eligiendo cada vez aquello que nos traerá lo mejor que podemos recibir, aunque no sepamos qué es. Porque ésa es la naturaleza de la vida cuando decimos SÍ y nos enfocamos en el amor – conciencia: siempre viene hacia nosotros con lo mejor.

Una vez que tienes conciencia, no hay nada que no puedas hacer, pues te sientes seguro dentro de ti. Y eso es lo más importante: que te estés dando todo lo mejor, porque te mereces el amor, te mereces brillar. Y cuando empezamos a amarnos, a ser lo mejor que podemos ser, empezamos a demostrar nuestras cualidades tan únicas y singulares y a apreciar eso en lugar de estar comparándonos, juzgándonos, deseando ser diferentes, sintiéndonos víctimas por lo que ha sucedido en nuestras vidas.

Y comenzamos a ver la perfección, y eso es lo más grandioso. Todos somos lo mejor de nosotros mismos porque nadie puede hacer eso mejor que uno. Nadie. Y no hay ningún error.

Tú eres perfecto. Somos perfectos. Es lo que yo te invito a experimentar.

Articulo original tomado de Estrella Valpo