Siempre somos nosotros los que decidimos cómo queremos jugar. Si queremos ocultar la verdad para no causar daño, tendremos que tomar responsabilidad por esta acción. Ocultar o tergiversar también es mentir.
De lo primero que tenemos que darnos cuenta es que, en realidad, lo que siempre está en el fondo de estos comportamientos es que tememos ser abandonados.
“No le puedo decir eso a mi mamá, es muy viejita y la lastimaría”, “Si le digo eso a mi papá me va a dejar de querer”, “mejor le digo sólo una parte, total es igual”- ¡y así creamos tanta separación entre nosotros!
No se trata de… [leer artículo completo]