La belleza de ser una creación perfecta del amor es que estamos siempre en evolución, y la belleza de estar en evolución es que podemos cambiar, podemos elegir quienes vamos a ser en cada momento. Los seres humanos tienen la capacidad de cambiar y el cambio es así: una elección.

Atravesando los cambios

Muy a menudo atravesamos un proceso antes de hacer un gran cambio, pero una vez que decidimos hacerlo, que tenemos la valentía de caminar y atravesar nuestros miedos, podemos y tenemos que cambiar, tenemos que evolucionar, tenemos que desafiar a la vida para poder disfrutarla, descubrir más de nosotros mismos, aprender la belleza del dar, descubrir nuestra propia grandeza y, como consecuencia, poder salir y dársela a los demás.

Dando un paso hacia lo nuevo

Dejando ir aquello que es viejo, aquello que ya no sirve, florezco a lo nuevo.  Te propongo que hagas una lista, pero una lista profunda, no solo un “Voy a ir al gimnasio a perder peso…” ¡háganlo también! Es una muy buena idea, pero háganlo más profundo: voy a confrontar mis miedos, voy a salir a dar, voy a empezar a decir que SI en lugar de decir que NO, voy a empezar a apreciarme, apreciarme a mí mismo y a toda la gente a mi alrededor en lugar de estar criticandome y culpando al afuera.

No hay forma de hacerlo mal

Hagan un cambio profundo, desafíen las limitaciones y realmente háganlo, tornen cada momento como importante y confíen en sí mismos, y recuerden esto: AMOR ME CREA EN MI PERFECCION, y no hay forma de equivocarse, es imposible, porque ustedes son la creación del amor, amor en evolución. Un cambio profundo, un cambio muy profundo, y una vez que encuentren ese cambio, una de las cosas más importantes de esta vida es darlo, que se lo demos a todos.

Ser en el hacer

Empieza a encontrarte a ti. Siempre asociamos la felicidad con aquello que estamos haciendo, y no se trata de eso, sino de lo que estamos siendo. Así que primero tengo que encontrarme a mí, tengo que amarme a mí, y como consecuencia, no importa qué sea lo que yo haga, si lo hago desde un lugar de dar, si lo estoy haciendo desde un lugar de abundancia, de amor, en realidad no importa qué hagamos.

Desde adentro hacia afuera

Tenemos que soltar la idea de que algo externo vaya a completarnos, porque no es verdad. Es interno. No se trata de estar feliz, contento, sino que se trata más de dichoso, vivir en dicha. ¡Todos los seres humanos tendrían que vivir en dicha! Pero la dicha es algo muy interno que burbujea desde adentro, porque es nuestra naturaleza.  La felicidad es algo que obtenemos:            cuando estoy bailando estoy feliz, cuando salgo por primera vez con alguien estoy feliz, cuando gano un premio estoy feliz, cuando se gradúan los hijos estoy feliz…. pero es un momento ¿verdad? No es algo constante.

Caminando hacia la conciencia

Tiene que ser algo permanente, y lo único que te puede dar eso es la conciencia, eso es seguro, porque la conciencia es como un río super cristalino que va burbujeando y moviéndose constantemente, y que no importa qué suceda en lo externo, esa dicha está ahí todo el tiempo.

Eso es amor, eso es conciencia, y la única manera que yo conozco de poder lograr eso, es dejando ir toda la basura que tenemos, así tu propia naturaleza puede emerger a la superficie: dicha, inocencia, creatividad, generosidad, abundancia, el vivir en el momento presente, amor incondicional… Eso es conciencia.