Criar a tu hijo con amor incondicional significa ser un padre sin miedo, sin necesidad de controlar. No es que seas descuidado ni complaciente, el verdadero amor de padre sabe poner límites, guiar el desarrollo del niño con mano firme, confiando. Al liberarnos del miedo de cometer un error, ese amor no es ni sobreprotector ni imperioso.

Si el comportamiento de tu hijo te hace sentir inseguro, si los que te rodean te hacen desconfiar de tu capacidad como padre, detente, no te tortures más. Hay un camino directo a la transformación de ello: ir hacia adentro y encontrar la raíz de tu inseguridad.

Si tu hijo adolescente está recibiendo malas calificaciones, falta a la escuela, consume alcohol o drogas, no te tortures pensando: “tal vez no le inculqué suficientes valores”, o “tendría que haber establecido más límites”. Estoy segura que hiciste lo mejor que pudiste en cada momento. Si no te amabas a ti mismo, si eras inseguro, si estabas necesitado de amor, es probable que no pudieras darle más a tu hijo. Pero hoy es un nuevo día: ¡ahora puedes tomar nuevas decisiones!

Los niños aprenden de forma automática de nuestro ejemplo. Desde chicos aprenden a copiarnos, pero también registran nuestros sentimientos, aunque no los mostremos. Debemos dar el ejemplo, nuestras palabras deben reflejarse en nuestras acciones, así nuestros deseos van a ser recibidos y comprendidos en un nivel mucho más profundo. Si no has cultivado la autoestima y el amor por ti, decirle a los niños que se cuiden no será suficiente. Uno se cuida cuando se ama.

Si te preocupa que no les diste lo suficiente, mi pregunta sería: ¿te estás dando a ti lo suficiente? ¿Estás escuchando tus propias necesidades internas? ¿Qué piensas de ti mismo cuando te miras al espejo? ¿Escuchas una voz de crítica o de apreciación? Puedes estar seguro que esa misma voz es la que educa a tus hijos y probablemente que tus padres utilizaron para educarte a ti.

Puedes comenzar con cosas pequeñas, amándote a ti mismo en aquellos lugares de inseguridad y miedo. Encontrarás que estos cambios sutiles de manera natural comienzan a modificar la forma en que tratas a los demás.

Los hijos inevitablemente aprenden de sus padres, incluso lo que tratamos de esconder. Pero esto es sólo parte de la vida: tus hijos están aquí para tener una experiencia humana, no intentes protegerlos de la vida. Sana tú en tu interior, el mejor regalo es tu propio ejemplo. Si eliges amarte y sanarte a ti mismo, tu ejemplo influirá en tus hijos y los ayudará a asumir la responsabilidad de sus propios asuntos.

Proyectamos nuestros miedos y frustraciones en ellos: no queremos que cometan los mismos errores que nosotros cometimos, pero, debido a eso, no los dejamos vivir. Esto los sofoca. Cuando te veas haciéndolo, ¡detente! Detente y conéctate con tu corazón. Respira profundo y ánclate en la confianza de la perfección innata de las fuerzas creativas del universo. Enfócate en el amor. Confía en que tu hijo/a está creando su vida exactamente como debería ser.

Disfruta  en NETFLIX  la pelicula de Isha “¿POR QUE CAMINAR SI PUEDES

VOLAR?”.  Más información en www.ishajudd.com o escribe a [email protected].

Entrevista realizada en Estrella Valpo