Me decís que te sentís angustiada por la relación violenta en que vivís, que te quedás en esa relación porque tenés miedo a estar sola, y yo te pregunto: ¿preferís resignarte a esa violencia en lugar de animarte a descubrir la libertad? Ya sé que no te resulta fácil, que no te imaginás esa libertad, pero básicamente es porque el sentir y la creencia de que “no te merecés nada mejor” está grabado en vos, tal vez toda tu infancia creciste en ese ambiente, y te es familiar.

Pero veamos. Para mí, por ejemplo, si yo estuviera involucrada en una relación violenta, me sentiría feliz de alejarme. Como ese refrán que dice “más vale solo que mal acompañado”.

Te invito a pensar en lo que estás diciendo. ¿Cómo es que preferís sufrir, cómo es que preferís la tensión permanente, ese nivel de miedo, ese ejemplo para tus hijos como forma de vida? ¿Qué recibís a cambio que lo valga? Lo que sostiene todo esto es el sentir o el pensar que no merecemos nada mejor y el miedo a no poder, y oculta el miedo a descubrir lo desconocido.

Esto en realidad comienza por dentro, porque si te plantearas que mereces lo mejor de lo mejor siempre y en toda situación, entonces verías que sí tendrías la valentía de cambiar esto y también de sanarte, de descubrir la fuente del amor incondicional por ti misma dentro tuyo.

Si estás aquí preguntándome esto, entiendo que es eso lo que querés. De esta manera tendrás compañía permanente y amorosa propia, eso estará garantizado, porque te tendrás a vos misma y ya jamás volverás a estar sola. Ahora estás realmente sola, ahora estás silenciando lo que sucede, enmascarando y ocultando la violación de tu propio bienestar físico y emocional por miedo a los cambios, ahora sí te estás abandonando completamente. Pero vas a ver que si te elegís, si te decís SI y cambiás ese miedo y esa parálisis por una apertura, descubriendo una vida en libertad, hasta crearás un reflejo en tu espejo externo que esté también experimentando ese amor,

si eso es lo que querés. Pero primero tenés que encontrarte a vos misma, porque lo único que encontrarás ahora externamente será a vos misma no amándote, el reflejo externo te seguirá reflejando eso. Por eso, primero tenés que encontrar esa violencia, ese resentimiento, ese no merecimiento dentro tuyo y amarlo, amarlo sin condiciones, para sanarlo, para llenarlo de amor y de ese modo permitir que se disuelva lo viejo, que se disuelva el dolor.