No hablan de soluciones milagrosas, sino de una búsqueda interna de paz y dicha. En tiempos donde las técnicas de autoayuda cobran cada vez más protagonismo a la hora de combatir el estrés, Graciela Borges e Isha coinciden en la necesidad de encontrar el amor interior.

No hablan de soluciones milagrosas, sino de una búsqueda interna de paz y dicha.

En tiempos donde las técnicas de autoayuda cobran cada vez más protagonismo a la hora de combatir el estrés, Graciela Borges e Isha coinciden en la necesidad de encontrar el amor interior.

La suya es una amistad que comenzó hace siente años, cuando la gran actriz argentina conoció las técnicas de Isha, una ex actriz y cantante australiana que dejó su carrera artística para crear un sistema de «autosanación y expansión de la conciencia», enfocado en expandir la autoestima personal y, en consecuencia, cambiar la percepción de la vida basada en el sufrimiento, «Isha es una persona preciosa, muy noble. Todos los días de mi vida realizo mi práctica durante una hora. Si no lo hago es muy difícil que pueda dormir. Practico el sistema Isha hace siete años, y gracias a eso pude superar el insomnio. Para mí fue fundamental, porque alguna vez llegué a pensar que no iba a poder levantarme para ir a trabajar. Desde entonces me despierto con alegría, y eso no hay con qué pagarlo. Cuando hice la película ‘Dos hermanos’, su director, Daniel Burman, me decía: *Graciela tenés carita de cansada, ¿por qué no vas a hacer tus técnicas? Y era verdad», confiesa la actriz, quien recibió a Isha en la intimidad de su hogar de Barrio Parque.

Cerca de ella, Isha asiente: «Cuando somos chicos somos felices y llevamos esa dicha al mundo. Al ser adultos, en cambio, esperamos que algo nos haga felices y nos olvidamos que esa felicidad está dentro nuestro, como un diamante escondido en la tierra después de años de separación y estrés. Se trata de liberar todo el estrés del sistema nervioso causado por las preocupaciones constantes de la vida, ayudándonos a disfrutar cada vez más del momento presente. Cada persona debe buscar su propio camino. Y si bien hay diversidad, creo que todos los seres humanos vamos hacia el mismo camino: Comprender que debemos amamos a nosotros mismos para encontrar la paz y la dicha. Hoy las personas están más abiertas a escuchar. Hay una enorme revolución de la conciencia. Tenemos que retornar a lo que somos, y eso es amor. Es un llamado a que cambiemos», agrega la gurú australiana quien desde hace años tiene su centro en Canelones, Uruguay, y enseña su sistema a través de seminarios en toda la Argentina (el próximo será el 12 y 13 de noviembre), además de realizar una labor social y gratuita, impartiendo sus técnicas a grupos de discapacitados y, también, en las cárceles de la provincia de Buenos Aires.

En clima de mutua admiración, maestra y aprendiz dialogan sin ahorrar elogios. «Hace siete años que comparto afinidades educativas y espirituales con ella. Isha siempre está en mi corazón. Porque quisiera decir: En este, un siglo muy difícil, donde hay mucha luz y pero también muchas sombras, Isha brilla de una manera especial. Es una persona que hace servicio, porque su actuar no tiene que ver con lucrar con el dinero, ella podría haberse quedado así como nació, siendo hija de millonarios y, sin embargo, eligió ayudar a los demás. Isha siguió la vocación de su alma, su corazón, y su Fundación ayuda a quienes ni siquiera tienen un peso para pagar por aprender sus técnicas», afirma Graciela.

«Graciela me apoyó siempre, incluso antes de conocerme, y fue incondicional y amorosa. Quizá no nos vemos seguido, pero siempre nos mantenemos en contacto. Cada vez que tiene un problema ahí estamos para hablarnos», concluye Isha sin dejar de sonreír ante la emocionada confesión de la actriz: «Yo era incompleta. Un ser inconformista. Hoy es al revés, en el lugar más desolado ahora encuentro lo más hermoso. O sea que la alegría está en uno, porque si nos apaciguamos esa mirada es posible. El amor es acción».

Articulo original tomado de Diario Veloz