La compasión y el amor se extienden hacia todas las criaturas cuando nos unimos en el nivel del ser. No solo nuestras interacciones con otros seres humanos se transformarán radicalmente a través de nuestro crecimiento interior, sino también la forma en la que nuestra sociedad trata a los animales de nuestro hermoso planeta.

Siempre he sentido una afinidad especial con los animales. La fidelidad y la simplicidad de sus afectos siempre me han conmovido profundamente y de niña sufría terriblemente al enterarme de cualquier abuso hacia un animal. Mi amor por los animales sigue siendo parte importante de mi vida y estoy rodeada por un sinnúmero de criaturas maravillosas en mi casa en Uruguay. Siento que el tratamiento compasivo hacia los animales es un aspecto fundamental de cualquier persona enfocada en el amor-conciencia.

La rica diversidad de la vida animal es uno de los regalos más hermosos que este mundo tiene para nosotros y nuestra incapacidad de valorarlo, hasta el punto de permitir que las especies lleguen a la extinción a causa de la codicia y la mezquindad, es una de las demostraciones más tristes e irrefutables de nuestro egocentrismo.

Temple Grandin, cuya labor pionera y revolucionaria sobre el bienestar de los animales ha cambiado la forma en la que los ganaderos alrededor del mundo tratan a su ganado, es un ejemplo maravilloso de cómo, al celebrar nuestra unicidad, podemos llegar a realizar nuestro potencial completo. Nacida con autismo, transformó su “discapacidad” en lo que es quizás su mayor don, ya que le ha permitido percibir detalles y entender cómo se siente un animal, de una forma que la mayoría de nosotros no podemos hacer.

Grandin piensa en imágenes, lo cual se explica de manera brillante en la película sobre su vida protagonizada por Claire Danes. La riqueza de su imaginación y su minuciosa atención al detalle le permitieron diseñar corrales y otras estructuras que minimizan el estrés experimentado por el animal durante el transporte y en las plantas procesa doras de carne. Como resultado, ha logrado eliminar la resistencia del ganado con los operarios, reduciendo así la cantidad de personas requeridas y las demoras generadas cuando una res no quiere avanzar.

La labor de Grandin conlleva una lección importante en cuanto al manejo de animales domésticos y al comportamiento compasivo en general, y en lugar de pelear contra el sistema, encontró formas de cambiarlo para que fuera más benévolo.

Quizás en un mundo ideal, todos seremos vegetarianos. Suelo evitar las predicciones sobre el futuro, ya que los detalles de un orden mundial basado en un nivel más alto de conciencia están fuera del alcance de la conciencia que tenemos actualmente. Mientras tanto, en lugar de rechazar el estado actual del mundo y reclamar de modo agresivo  un futuro que, para la mayoría, está lejos de su realidad actual, podemos empezar a promover técnicas como las de la Dra. Grandin para ayudar a que los modelos existentes sean lo más amables posible.

Entrevista realizada en Estrella Valpo