La rendición es la magia del hombre sabio, pero estamos constantemente peleando con la realidad. En verdad todo lo que viene hacia nosotros, es para nosotros. Pero como tenemos tantas ideas, tantos casilleros, tanto daño acumulado, no confiamos, estamos siempre pensando que todo está en contra nuestra, que esto no va a funcionar, que lo otro tampoco… Hay siempre un millón de razones para decir no.
Una vez que comenzamos a cultivar la conciencia podemos empezar a encontrar esa seguridad interior, y a medida que nuestro corazón se abre, nuestra mente también se abre y nuestra estructura comienza a caer. ¡Nuestras estructuras son tan robóticas que ni siquiera las cuestionamos! Puede acerca de lo más ridículo, pero están tan metidas en nosotros que creemos que son verdad: «esta es la llave de mi felicidad: mi estructura», «no confíes», «protégete». Ahí hay falta, ahí hay carencia, algo está mal conmigo y con el resto del mundo.
Pero a medida que comienzo a cultivar la conciencia y a encontrar la propia belleza interior, la propia seguridad interna, comienzo a percibir – a través de enfocarme en la apreciación, la gratitud y el amor – que tal vez la creación completa no está en contra mío, que tal vez, de hecho, me está trayendo todo lo que necesito en cada momento.
Y entonces comienzo a tener tanta seguridad interna que empiezo a soltar, a dejar ir, a decir sí y empiezo a abrirme y a decir sí a aquellas cosas que ni imaginé siquiera, y mi mundo comienza a ampliarse, a crecer, y mis posibilidades comienzan a crecer también, y a medida que digo sí comienzo a cultivar la confianza, y a medida que empiezo a confiar todo empieza a fluir más rápido y todo lo que el universo trata de traerme comienza a llegar, y empiezo a disfrutarlo.

Y sigo rindiéndome y entregándome más y más aún y mi conciencia está constantemente expandiéndose, constantemente, porque yo estoy viviendo en el sí.
Y el miedo empieza a irse, empiezas a percibir las cosas diferentes, porque yo he cambiado y el mundo comienza a cambiar, porque cuando yo cambio todo cambia, ya que es un gran espejo. Y las expectativas, los juicios y los deseos comienzan a caer. ¿Por qué? Porque como me siento tan feliz dentro de mí, puedo abrazarlo todo, desde un lugar de abundancia interna y dicha.
Cuando uno vive en la carencia, nada nunca es suficientemente bueno: «el amor que recibo no es suficiente» «el tiempo que existe no es suficiente» «yo no soy suficiente, tú no eres suficiente» «nada es suficiente «. ¿Por qué? Porque no me estoy amando a mí. Cuando encuentro la seguridad interna empiezo a ver las cosas con claridad y desde la dicha, desde un gran sí , no desde el miedo o la protección. Y las facetas que yo enseño son para eso, y éste es el secreto: la rendición, la entrega y la conciencia del momento presente enfocándote en alabanza, amor y gratitud, y dando.
Eso también experimentas cuando estás en conciencia: el dar, pero desde la abundancia, no para ser una buena persona sino para sentirte tan abundante que simplemente das, sin un contrato previo y sin necesidad de un retorno. Y eso también es un aspecto del amor, porque el amor no vive con miedo a la carencia y no necesita, porque el amor ya lo tiene todo.
También puedes leerlo en:Estrella Valpo