Testimonios
Sobre los eventos y el Sistema Isha
José, Chile
Increíble el seminario, resulto todo tan bien, la verdad supero cualquier expectativa (que la verdad no tenia muchas). La gente se conecto como mágicamente, libero estrés con solo el seminario, hicimos hasta un mitin.
Para mi fue maravilloso también, me sentí dando algo valioso a la gente, me sentí libre de expresar cosas que jamás pensé poder hablar delante de la gente que trabaja en la empresa, frente a la cual pensaba tenia que mantener un muro.
Todos no hicimos mas personas frente al resto y no máquinas de trabajo.
Desde mi posición de empresario el resultado para la empresa fue buenísimo, la gente se sintió unida, como una familia, estaban tan agradecidos con la empresa por este gesto.
El ambiente laboral, estoy seguro de que va a mejorar un montón. Todos quedaron tan felices, estoy seguro que varios lo van a incorporar a sus vidas.
El próximo año lo vamos a repetir, para que lo tome otro grupo. REALMENTE INESPERADAMENTE MARAVILLOSO Muchas gracias por la iniciativa y gracias por ofrecérmelo.
María Eugenia, Argentina
Les quiero contar que en cuestión de 24 horas prepare un final por mi licenciatura y me fue sorprendentemente espectacular… Por supuesto que sigo enfocándome en la conciencia, las quiero mucho… Solo quería contarles esto pues una vez Durga me explico como aplicar el Sistema para estudiar….y resulto bárbaro.
Cecilia, Uruguay
Mi nombre es Cecilia, y soy un milagro. Desde pequeña sufrí mucho por las desigualdades en el mundo, a los catorce años descubrí que si tomaba alcohol me sentía mejor. A los 16 empecé a consumir drogas ilegales, y el dolor parecía calmarse. Después de 17 años de anestesiar mi corazón, estaba tan desesperada que me decidí a intentar algo nuevo. Mi consumo de drogas ya era insostenible: Solo quería estar a solas con ellas, y ni mi hija, ni mi compañero, ni mi trabajo ni nada me complacía tanto como estar a solas con mi próxima dosis. …Hice El Primer Portal con mucho entusiasmo.
Me impacto la felicidad autentica y luminosa de los maestros, y decidí que quería eso que ellos tenían. Decidí ir a Narcóticos Anónimos, para finalmente poder parar con mi consumo, porque había encontrado algo que prefería al viejo habito de drogarme, y las dos cosas no eran posibles. Hoy tengo un año, cuatro meses y quince días limpia. Solo el tres por ciento de los adictos que llegan a Narcóticos Anónimos llegan al año limpio, y yo soy una. ¿Por que no recaí? ¿Como lo logre? Si yo no podía vivir ni un día sin consumir algo hacia ya tantos años! Si yo estaba destinada a morir consumiendo! Así lo sentía yo: ya no habían esperanzas para mi.
Practicando El Sistema Isha me he mantenido viva, limpia y feliz. Soy una madre que me gusta! Mi hija disfruta de mi compañía y yo la de ella! Me siento bien conmigo. Ya no soy un problema, ni para mi familia ni para la sociedad ni para el planeta. Ni para mi misma! Soy parte de la solución!
Marcela, Argentina
Gracias al Sistema Isha deje de tomar la medicación para el Ataque de Pánico y para el estrés crónico que poseo desde hace 1 año y 8 meses de los cuales los últimos 4 meses no uso más medicación… Es genial, real y además estoy feliz como cuando era una niña.
Graciela, Uruguay
Soy una mujer común de 47 años ama de casa con 2 hijos de diferentes matrimonios. Estaba pasando en esos momento por una depresión severa acompañada de Bulimia, tabaco, fumaba un paquete diario además era una bebedora social de alcohol y compradora compulsiva todo esto hacia que me sintiera vacía sola y muy triste y viví así gran parte de mi vida. No dude en tomar el curso.
Empecé a experimentar cambios increíbles en mi vida cotidiana como a confiar en mi por primera vez a sentir amor incondicional por mi persona y deje de hacerme juicios todo el tiempo y como consecuencia de esto puedo decir que el vacío que estuvo dentro de mi se fue llenando de un amor infinito. Hoy después de 29 meses se practica regular vivo en un estado de paz permanente y alegría de estar viva ya no entro en pánico por lo que sucede fuera de mi si bien no estoy feliz todo el tiempo al menos tengo mucha paz y aceptación de entorno y desde ese lugar de paz disfruto de mi vida que son mis hijos y toda una familia maravillosa que me acompaño siempre.
Valeria, Argentina
El Sistema Isha es el mejor regalo que recibí en toda mi vida… Soy una estudiante comprometida y hace casi tres meses que tome el seminario. Puedo afirmar y probar que esto me cambio la vida!… Lo mas maravilloso es que uno nunca retrocede, siempre esta creciendo y creando lo que necesita en cada momento. Hoy soy una persona diferente, me siento diferente y por primera vez en mi vida estoy siendo yo misma, haciendo y diciendo lo que siento en cada momento,«Estoy empezando a escuchar mi corazón« Mi vida se ha convertido en una especie de juego de mesa, a veces voy al frente atravieso los obstáculos (todos mis miedos) y sigo adelante a toda velocidad; mientras que otras me quedo atrás y me atraso un poco, pero son tan geniales como las primeras por que es cuando mas vulnerable soy y simplemente me quedo ahí, sintiendo todo eso ¡y una vez que pasa, vuelvo a tomar la delantera! Mi vida se volvió muy dinámica y emocionante, solo vivo el momento presente y lo disfruto al 100%.
Me di cuenta que siempre estamos buscando que los demás nos aprueben, nos quieran y nos acepten, cuando en realidad lo único que necesitamos es amarnos a nosotros mismos INCONDICIONALMENTE, y el resto viene solo, porque lo soltamos y en mi experiencia, mientras mas nos amamos a nosotros mismos, es mayor el amor que recibimos de quienes nos rodean. Tengo 19 años, estoy en segundo año de la carrera de Administración de Empresas y el estudio dejo de ser un obligación y paso a ser algo que disfruto y que me resulta emocionante. El Sistema me ayuda a mantener la concentración y el tiempo rinde el doble cuando las uso. En fin, este sistema es una herramienta fantástica, simple y muy EFECTIVA ¡el único requisito es muy simple, ser muy valiente! jajaja! Gracias a mi mama por este regalo, a todos los estudiantes Isha que hacen muy divertido este proceso y a Isha y sus maestros por su apoyo incondicional.
Nilda, Argentina
Mi profesión es enfermera especializada y técnica en hemoterapia del hospital naval en Puerto Pselgrano perteneciente a las fuerzas armadas Argentina. Hace 36 años habiendo ingresado a las escuelas de sanidad naval a los 17 años de edad.
Mi experiencia del sistema en el área que desempeño como supervisora del servicio de hemoterapia es magnífica.
El poder estar enfocada en armar sentir una paz interior y amor a la vez que lo que siento se pueda transmitir a mis compañeras, médicos y pacientes que tienen contacto conmigo en llena de un amor, alegría, agradecimiento por haber conocido y confiado en el sistema isha.
Con los pacientes he notado que llegar muy nervioso al servicio como ejemplo para una función mi asistencia es ayudar al médico hematólogo. Al poder hablar con el paciente, yo mientras los escucho puede hacer las facetas enfocándome en mi corazón y el ambiente se llena de una energía especial de armonía y todo cambia, noto la tranquilidad tanto del paciente como del médico y todo es como tiene que ser.
En momento duros que he pasado en las guardias como enfocarme en mi conciencia todo ha fluido. En el lugar que trabajo, el dar es constante pero ahora es cociente y lleno de amor.
Guido
Teóricamente tenía que filmar un video, pero por algún motivo preferí escribir. ¿Algo me dijo que era mejor… mi conciencia? Tal vez, no lo sé. No importa. Cuántas cosas dejaron de ser relevantes. Cuántos cuestionamientos los veo ahora como inútiles. Cuánto más simple es todo y cuán claro veo lo complejo que todos ven las cosas. Todo es tan simple que me sorprendo. Me doy cuenta que cuando soy un instrumento de mi conciencia, soy feliz. Cuando soy «esclavo», soy más libre que nunca. Ya no importa, solo importa lo que me dice el corazón. Muchas veces dudo, me hago el boludo, pienso, sufro y luego me doy cuenta que es solo un juego. Que no importa si sufrí, importa que lo que vuelvo a elegir. Porque este juego se juega mil veces… no se termina nunca… siempre vuelve a empezar.
Hace 1 año que terminé mi programa de facilitador. Luego de 7 increíbles meses en la I, salí a experimentar, a experimentarme y darme cuenta de todo lo que cambié. En realidad… a darme cuenta de lo que soy. Cuando faltaba poco para terminar, no creía que fuese a ser tan feliz, no creía que iba a ser tan fuerte. Pero sí… después de 7 meses de aprender a ser vulnerable, encontré mi fuerza, mi valentía y mi confianza.
Los felicito. Somos pocos los que no nos contentamos con el éxito (o el fracaso) conocido y nos tiramos al vacío. Hay que tener mucho coraje. Ustedes lo tienen, incluso aun si no dieron su famoso 100%, ese 80% los llevó a tomar una decisión loca que muestra cuanto quieren amarse. Si lo que probaron les gustó, entonces ahora den el 100%. ¿Si? Ahhh… CONFIEN! Y dense cuenta que la cabeza siempre los va a hacer dudar… porque eso es lo que hace. Si no, no tiene razón de ser. La clave no es pelearse ni engancharse… no le den bola (este medio loco). Por ejemplo… estoy con dudas de mandar esto (de hecho, las dudas no se fueron), me vinieron mil juicios, pero bueno… ya vieron lo que elegí 🙂
Aprovecho para mandarle un beso enorme a los maestros y TTs que TAAAAANTO amo. Ustedes me enseñaron a amarme, a vivir. ¡Se merecen todo lo que tienen y mucho más!
¡Los quiero!
Néstor Zefferino
Habiendo estudiado Medicina por la vocación de sanar, aliviar, consolar, siempre consideré que mi rol iba más allá de la atención a la parte física. Sin embargo, llegó un momento en que las herramientas adquiridas en la universidad o incluso las que busqué por iniciativa propia de modo extracurricular, me resultaron claramente insuficientes para el manejo de las situaciones humanas extremas que vivía.
Soy Cardiólogo e Intensivista y trabajo en Terapia Intensiva en Montevideo, Uruguay, desde hace 25 años. Los pacientes que asisto sufren cuadros graves de todo tipo con riesgo inminente de muerte. Politraumatizados, infartos cardíacos, accidentes cerebrovasculares, infecciones graves, postoperatorios de cirugías complejas son algunos ejemplos.
El ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva es en general un evento inesperado, lleno de incertidumbre y miedo. Surgen infinidad de interrogantes, dudas, emociones y el paciente y su familia reaccionan de distinta manera según su carácter, historia, conciencia. Muchos expresan su sentir, otros atacan, algunos evidencian una llamativa paz. El trabajo es muy variado y excitante y puede brindar grandes satisfacciones, pero también es muy exigente emocionalmente. Se convive con mucho dolor y sufrimiento. Hubo un momento que noté que mucho luego de sentir angustia e impotencia frente a determinadas situaciones nos defendíamos de esas sensaciones alejándonos, ocultándolas o negándolas y por lo tanto alejándonos emocionalmente también de los pacientes que nos hacían sentir eso. Es decir, preferíamos parecer fríos para evitar hundirnos en las emociones y poder seguir trabajando, pero en lo personal sentía una insatisfacción creciente.
La práctica del Sistema Isha cambió totalmente mi trabajo como médico. Ya no hay miedo a sentir las emociones que experimentadas sin juicios nos liberan. Los pensamientos-preocupaciones no nos distraen con sus demandas permanentes y podemos estar presentes y “atender” realmente a los pacientes en cada momento. El amor por uno mismo lleva naturalmente, espontáneamente, a amar a los demás.
Aunque siempre había sido amable al escuchar y explicar el estar presente frente al paciente o sus familiares, escuchando realmente, cambió radicalmente mi relación con ellos. Vi que ese estar profundamente presente y decir siempre la verdad, pero sin carga emocional, de un modo amoroso, son acciones muy poderosas. La conexión corazón a corazón se percibe más allá de las palabras y genera confianza mutua. Todo esto me permitió dar más, de mí mismo, y también recibir muchísimo de los propios pacientes.
Al irse modificando mi percepción de la vida y por lo tanto de la muerte, incluso el asistir a personas que están muriendo se fue convirtiendo en una experiencia muy rica y profunda.
El trabajo en las Unidades es una tarea en equipo (con enfermeras, técnicos, otros colegas) y los cambios producidos en mí mismo no sólo mejoraron la relación con los pacientes sino también todas las relaciones interpersonales con el grupo de trabajo.
El proceso de manejo de las emociones, de conocimiento interno, de volver a amarse uno mismo, me ha llevado a revalorizar mi labor profesional, enriqueciéndola, convirtiéndola en una constante oportunidad para seguir conociéndome, para dar lo mejor de mí en todo sentido y para recibir de modo inesperado lecciones y amor de cada situación y de todas las personas con las que trato.
Néstor Zefferino, Uruguay
Habiendo estudiado Medicina por la vocación de sanar, aliviar, consolar, siempre consideré que mi rol iba más allá de la atención a la parte física. Sin embargo llegó un momento en que las herramientas adquiridas en la universidad o incluso las que busqué por iniciativa propia de modo extracurricular, me resultaron claramente insuficientes para el manejo de las situaciones humanas extremas que vivía.
Paulina, Chile
Isha tengo 16 años y soy de Chile me di cuenta ayer que he vivido 16 años de mi vida totalmente engañada. Ayer eleve mi conciencia y sentí mi corazón en tal plenitud que se rompió todo de una manera extraordinaria estoy muy apenada pero agradecida que gracias a su sistema abrí los ojos tengo como propuesta elevar aun mas allá mi conciencia y vivir esta vida, disfrutarla, volar lo mas alto.
Te agradezco desde el fondo de mi corazón por esta gran experiencia y espero convertirme en una gran persona. Con cariño
Daniel S. Paraguay
El Sistema Isha que practico hace mas de un año me han ayudado muchísimo con el estrés galopante que tenia. Me cure de tanta bronca que tenia adentro y hoy me siento en paz conmigo mismo. No fue fácil, porque tenia mucho para expresar pero estoy muy contento con mi situación actual, con mi presente.
Además comencé a sentir cosas nuevas con respecto a mis padres que son muy ancianos. Antes vivía todo como una carga y ahora siento ternura por ellos. En general las técnicas me serenan y aquietan mi mente, cada vez mas y me permiten avanzar a situaciones de las que antes corría o evitaba en el trabajo por ejemplo.
Lili, Argentina
Pase tres días en el intensivo y basto para cambiar mi interior que esta vestido de fiesta. Estoy en expansión, pero mi sentir pasa ahora por el equilibrio interior. No estoy eufórica ni temerosa de perder este sentir, es mas, no me importa porque estoy sujeta al instante que vivo con plenitud. Que puedo decir que ustedes no sepan. AMOR estoy embargada por este sentimiento que estreno con alegría.
Te cuento que en la cola del súper, una señora muy mayor estaba muy enojada por la espera, al entrar a conversar con ella cambio de actitud y termino preguntándome la edad. No me creyó, es mas, le hace un comentario a otra persona diciéndole que no podía ser que yo tuviera 65 años que mentía. Intervine amorosamente con mi documento porque me bajo la edad a la mitad. Abrace a la abuela al separarnos y me dijo algo así como que no cambie. No entendió mi respuesta que eso no era tan importante. ESTOY FELIZ FELIZ FELIZ, ojo, no porque me bajaran la edad sino porque pude besar con mucho amor a una desconocida.
Silvia, México
Hola a todos: Una de mis hermanas llamada Guadalupe me invitó a un Seminario de Isha en Querétaro, México. Fue algo hermoso, conocer y ejercitar las facetas con las que pude darme cuenta de que es bueno apreciar tu presente, dar gracias por tus experiencias buenas o malas, agradecer el estar sano y perfecto y sobre todo UNIFICAR, ya que todos somos UNO.
El maestro Ariel en el seminario me invitó a hacer un ejercicio para sacar tu coraje, el médico me había detectado un quiste cerca del hígado y después de practicar y pegar con la almohada cual fue mi sorpresa que el Dr me informó que ya se me había desaparecido el quiste que hubiera necesitado operación si no se «deshacía«. Es hermoso fluir con todos los que te rodean y con el mundo en general.
Beatriz Elena, Chile
Mi vida dio un gran giro….mis amigas no podían creer lo feliz que siempre estaba y lo centrada que estaba en mis cosas, sin sentirme mas la víctima del país, de la sociedad, del mundo y por supuesto del destino, aprendí a hacerme cargo de mi misma, a amarme tal cual soy, con mis defectos y virtudes y era algo que se reflejaba en mi rostro porque todos lo notaban.
Gustavo Jose , Chile
Hace dos años que practico el sistema ISHA. Actualmente curso el internado de sexto año de medicina, y tengo una carga laboral en el hospital. Y además en la universidad, es muy pesada permanentemente. La cual aumenta en los periodos de exámenes y evaluaciones orales. Desde que practico el sistema ISHA, soy mucho más consiente de mí y de lo que ocurre en mi entorno. Recibo de forma más asienta las críticas de mis tutores, y me cuesta menos elegir distinta la próxima vez.
Experimento una mayor conexión con mis pacientes y me encuentro más sereno y receptivo a lo que ellos comparten conmigo.
Veo en mayor claridad mis limitaciones cuando realizo trabajos en equipo en el hospital.
Al estar más presente en lo que hago, en mi trabajo, las personas que me rodean, se vuelven más receptivas a lo que tengo que decir.
El sistema me ha enseñado que puedo disfrutar cada momento, independiente de o que haga. Soy cada más feliz.
Gracias ISHA
Ximena Rivas
Se los dedico a cada uno de ustedes que me ayudaron a llegar hasta aquí: En mi experiencia, aquello en lo que me enfoco, crece. Así mi ejercicio diario es alimentar aquello que quiero para mí y para todos los que me rodean. No crean que es sencillo una y otra vez atestiguar mi mente programada para el juicio, la queja y el enfoque de lo que falta, de lo que no tengo, de lo que debería ser y del juicio hacia mí, hacia los otros y TODO. Han sido años de atravesar historias, programaciones, herencias, surcos, ideas y miedos que insistían en decirme que ahí estaban mis sentidos, mis gestos, mis conquistas y que eso era yo. Pero un día me atreví a abrir ese saco, confiar y decir :No Sé.
Ahí comenzó la magia, que no era otra que mi corazón cubierto, aprisionado y dominado de control guiado por un miedo profundo a ser herido, rechazado o carente. Esperando siempre que otros me contuvieran, me hicieran feliz o me amaran. Muchas cosas atravesé que sería muy largó contar, más, sólo decirles, mis queridos amigos que ya puedo morar en la calma suave y amorosa de mi corazón, puedo confiar en la fuerza infinita que tiene mi deseo, pues lo he puesto a prueba muchas veces en mi vida, puedo desde ahí mirar la confusión que me propone mi mente y detenerla y ponerla al servicio de mi deseo, inspiración y amor. Me hice enteramente responsable de todo lo que pensaba, compartía, hacia y elegía para mí. Y básicamente como dice mi amigo: Aprendí a hacer mi fuego en casa con las puertas abiertas para compartirlo, pues sé que nunca se apagará. Con amor en estos días y siempre.
Dr Marcelo Sosa
El estrés es una plaga importante de nuestro tiempo, y responsable directo o indirecto de infinidad de enfermedades, y a la larga, de muchas muertes prematuras. En mi camino espiritual me sentí llamado a conocer en persona a Isha, haciendo el curso del Sistema Isha en México DF en 2009. ¿Aunque ya había leído y disfrutado de su precioso libro “Por qué caminar si puedes volar?», el aprender directamente con Isha las Facetas, me introdujo a la práctica de esta manera sencilla y directa de vivir el momento presente en alabanza, aprecio y agradecimiento. Posteriormente tuve ocasión de participar en intensivos en los centros de Isha en Manzanillo y en Uruguay, y en un retiro en Barcelona. Desde entonces, la práctica de la unificación me ayuda a disolver cualquier esbozo de ansiedad de forma rápida e inmediata. también, la repetición de las facetas como primer acto al despertar o ultimo antes de ir a dormir, me conectan con mi ser y ponen una sonrisa de calma en mis labios. Aunque como médico interesado en la psicología humana, siempre he «conocido» la importancia de las emociones humanas, ha sido gracias al Sistema Isha que he podido valorar y poner en practica la expresión de las emociones, en particular las más incomodas como la tristeza y especialmente, la ira. Agradezco a Isha que me haya permitido aceptar que esas emociones, cuando están en mí, necesitan expresarse, pues de lo contrario se convierten en un veneno conducente a síntomas o enfermedades físicas. Mi experiencia con el Sistema Isha me confirma que los caminos del reconectar con nuestra esencia espiritual y el de la sanación emocional se entrelazan con gracia y naturalidad. Espero que de la misma manera en que empiezan a introducirse las enseñanzas de Isha en escuelas y cárceles, también puedan estar a disposición de aquellos a quienes sus circunstancias les llevan a hospitales y centros de salud. Que así sea.