Siempre me he preguntado, ¿si yo no me quiero como puedo querer?  Aprendí como todos, que tenemos que amar al prójimo como a uno mismo y siempre a pesar de mis esfuerzos no lo lograba. Y descubrí que en la base de todas mis adicciones, sufrimientos y dramas estaba eso, yo no sabía quererme.

Y esta falta de amor a sí mismo es la base de las adicciones, está en el fondo de todos los hábitos autodestructivos, de las depresiones y las demás formas de mostrar que hay algo con uno mismo que está mal.

Aprendimos muchas cosas en la vida, aprendimos a realizar tareas, a representar roles, a cumplir las expectativas que la sociedad tiene sobre nosotros.  Aprendimos una profesión para competir en el mundo, aprendimos las reglas del juego, pero éstas van cambiando y tratamos de  seguirlas aunque  quedemos exhaustos en el intento. Pero la mayoría de nosotros no aprendimos a querernos, ni a apreciarnos, ni a ser incondicionales con nosotros mismos frente a toda situación.

Siempre esperamos el amor  y la incondicionalidad que venga de afuera: de la familia, la pareja, los amigos, etc. pero muchas veces somos nuestro peor enemigo.

Es muy importante que ya aprendamos a querernos primero y luego, podremos amar a los demás en forma incondicional. Muy a menudo nos perdemos en querer a los otros. Amamos y damos tanto que nos abandonamos a nosotros mismos, entonces tenemos que encontrar un balance, entre lo que se hace y lo que se siente. Yo sé que a muchos nos enseñaron que quererse a uno mismo es ser egoísta, pero eso no es más que una idea, una creencia que nos alejó de nuestro centro interno, que nos impide decirnos sí, que nos lleva a sentir que valemos tan poco que andamos mendigando un poquito de cariño, o que nos lleva a anestesiarnos con tanta sustancia para no sentir.

Imagina que, tal vez, la inseguridad que sentís fuera, la que te lleva a consumir drogas o alcohol, para sentirte más seguro o no sentir el miedo, aunque sea en el momento que socializas. O el comer en exceso para no sentirte fuera de lugar. O si no tienes una adicción de consumo, o caes en una depresión que no te permite mover, por mencionar algunas variantes.

 Hay tantas cosas diferentes que pueden suceder, pero la única posibilidad que yo he encontrado es que uno tiene que encontrar ese amor internamente y luego estará siempre conectado con una fuente inacabable de amor incondicional para dar y compartir sin límite, sin esperar recibir.

Tal vez te preguntas – ¿cómo aprendo a quererme? ¿qué hago?
Y te voy a responder que no hacer:

  • cuando veas que la atención se va a todo lo externo y empiezas a acelerarte, ansiosa, asustada, para. Ve hacia adentro y siente el corazón. Si ya practicas mis facetas o ténicas, usa una, estate muy presente y cuando te sientas serena de nuevo, sigue con lo que estabas.
  • cuando ves que tu cabeza empieza a pasar las películas de lo que dijiste o hiciste o no hiciste, o habría, o tendría …. PARA….. y lo mismo.

El tema es no perderte en lo que estás haciendo o lo que tu cabeza te está diciendo, tu verdad es mucho más profunda y está dentro de ti. Hay que empezar a ejercitar ese músculo de atención interna y así lo comenzaras a sentir.