No hay nada malo contigo. Nada. Nunca has hecho nada malo. Yo solía juzgarme a mí misma por todo. Tenía una lista interminable de todo lo que estaba mal conmigo y solía usarla para torturarme. Cuando me di cuenta de que no había nada malo conmigo, que yo era perfecta exactamente como era, fue un descanso increíble. ¡Nos causamos tanto dolor innecesario al juzgarnos!

¿Vives en un sueño?

Vivimos en una neblina: perdidos en una separación increíblemente convincente. Hacemos un billón de cosas diferentes, buscando el amor desesperadamente en toda clase de lugares extraños. Todos hacemos cosas que luego juzgamos, todos nosotros.

¿Cómo es tu relación contigo?

Juzgamos partes de nuestra personalidad, juzgamos la manera en que tratamos a otros, juzgamos todo. Pero somos perfectos, tú eres perfecto exactamente como eres.

Si ves un aspecto de ti mismo que no te sirve más, simplemente suéltalo. No juzgándolo, sino abrazándolo. “Oh, esa parte no me sirve más, la puedo soltar ya”. Simplemente así. No se trata de pensar que hay algo malo contigo. Te lo repito: no hay nada malo contigo, sin importar lo que hayas hecho.

Vivimos en un sueño

Esto es un sueño, esto es una ilusión, no tiene nada que ver con la grandeza de quienes somos. La conciencia es el amor, es el absoluto. Lo que estamos haciendo es jugar el juego de la dualidad, experimentando diferentes aspectos de la ilusión.

Yo puedo hacer cien cosas diferentes, jugando en la ilusión, pero siempre soy conciencia. Soy conciencia en cada momento. Todo lo que yo hago es solo un subproducto de ese foco. Mi actividad es incesante, permanente, como el que más, y es para crear más conciencia, para brindarle más amor al mundo.

Canto para mover la conciencia, escribo para inspirar conciencia, doy conferencias para expandir la conciencia,

dirijo mis dos Centros de Retiro para expandir la conciencia. Mi vida es un fascinante contraste de actividades y proyectos. Pero mi foco es siempre la conciencia.

El corazón anhela conciencia

Si no estás enfocado en la conciencia siempre habrá preguntas, nunca te vas a sentir completamente pleno. Jugar en la ilusión nunca te va a dar satisfacción absoluta sin la conciencia. Sin importar lo exitoso que seas, sin importar cuánto dinero ganes, sin importar en cuán famoso te conviertas, tu corazón siempre va a querer más. Siempre va a anhelar la conciencia.

No hay nada que no puedas hacer 

¡Hazlo todo! Pero sé consciente. Eso es lo que realmente importa: lo que estás siendo, no lo que estás haciendo. Cuando decides ser amor, estás afectando directamente a todo tu entorno, tu conciencia afecta todo. Si dices alguna verdad, va a afectar a los que escuchan, pero tú solo tienes que confiar en ti mismo. Y no trates de cambiar a los otros, habla tu verdad, si resuena, resuena, no te apegues al entendimiento de ellos.

Puedes hacer una multitud de cosas, o solo una cosa, y seguir enfocado en la conciencia. Lo que hagas no afecta de ninguna manera tu experiencia interna. Sigue creciendo, sigue amándote, sigue buscando siempre más conciencia.

Lo que soy
es lo que voy a crear:
lo que siembro,
lo podré cosechar.