Cada persona tiene exactamente lo que necesita en cada momento. Cuando nuestro Centro Isha estaba en Colombia, vivía cerca nuestro una familia que se sustentaba de lo que le daba la venta de los cocos que recogía del suelo. Esa era su única fuente de ingresos.  ¡Pero los niños vivían en el paraíso! Jugaban en la playa y la disfrutaban como lo hacen todos los niños en cualquier parte del mundo. Su padre trabajaba por casi nada y ellos no tenían comodidades modernas, pero tenían todo lo que necesitaban, en cada momento.

Tenemos la capacidad de crear

Todos creamos lo que necesitamos en cada momento y tenemos la oportunidad de crear lo que queramos. Uno de esos niños fue nuestro estudiante, su familia vivía prácticamente en la selva colombiana, ésa era su vida, y en nuestro Centro conoció a otra estudiante, una doctora de Bogotá con quien se casó. El creó algo diferente, y todos podemos crear algo diferente.

Apreciar lo que llega a nosotros

El asunto es que no creemos eso, y no podemos apreciar lo que llega a nosotros desde todas partes. Creemos que el sufrimiento es de determinada manera, pero aún aquellos que parecen tan felices porque lo tienen todo, sufren. Miren a Michael Jackson: tuvo fama, un enorme talento, pero siempre sufría. Sufría pensando que el público lo rechazaba, no le gustaba su apariencia física y se dedicó a modificarla constantemente. ¡Pero él era el Rey del Pop! Tenía todo, toda la fama y el éxito que cualquiera podría soñar, él la había creado, pero no la podía ver, no podía disfrutar.

La satisfacción de lo que podría ser

Las personas piensan que la fama y la fortuna nos liberan del dolor de la condición humana, pero lo ilusorio nunca puede hacerte sentir satisfecho. Solo cuando vemos a través de la ilusión podemos darnos cuenta de que la satisfacción y la plenitud existen y que el sufrimiento está en nuestras mentes.

En evolución constante

Siempre creamos lo que necesitamos, solo que tal vez no sea como pensamos que tiene que ser. Eso no significa que no intentemos mejorar constantemente las cosas para que haya más amor: mi equipo de maestros y yo lo estamos haciendo a través de la elevación de la conciencia. Nosotros llevamos el Sistema Isha a áreas muy vulnerables de la sociedad y enseñamos la práctica, como parte de nuestro programa de servicio a la comunidad.

Todo el mundo puede hacer el Seminario, pero no todo el mundo quiere. Generalmente es mayor la cantidad de personas de clase media que está interesada en aprender, tal vez debido a que ya ha tenido cierta estabilidad económica y su experiencia es que eso tampoco es suficiente y que aún se sienten vacíos.

No hay víctimas, todos somos divinos

Podemos amar, podemos apoyar, pero no veamos a las otras personas como víctimas. No suframos, sostengámoslos en su grandeza. Pero hasta que no nos amemos a nosotros mismos, siempre experimentaremos el sufrimiento en algún lugar.

Dar y recibir es parte de la creación

Cuando tú le estás dando a alguien, ese alguien te está creando a ti para que lo ayudes. Las personas crean todo lo que necesitan en cada momento y te han creado a ti para que los apoyes. Entonces no sufras.  Enfócate en tu corazón, y cuando ya no te veas a ti mismo como víctima, cuando encuentres tu propia grandeza, verás a todos los demás así también, y los podrás sostener desde ahí.

¡Yo era total víctima!

El asunto es que nosotros nos vemos a nosotros mismos como víctimas. ¡Yo era total víctima! Me abandonaron cuando era bebé, y como me sentí abandonada, me pasé toda la vida salvando a los demás, incluso a los perros callejeros. ¡Yo era la Presidenta del Club del Abandono! Pero en realidad estaba intentando salvarme a mí misma. Sé mas gentil contigo. Seguimos dando, seguimos amando, seguimos ayudando, pero ya no necesitamos sufrir,

lo hacemos desde el amor
y sabiendo
que la otra persona es grandiosa,
como tú,
como yo,
como todos.