Se nos enseñó a pensar que la felicidad está en el futuro, y lo que no debemos hacer es estar buscándola en otro momento que no sea éste. Enfócate en entregarte a este momento, es lo único que tienes que hacer. Porque fíjate de qué manera estás apegado a que algo sea de una determinada forma, y no puedes apreciar lo que hay, y eso te hace sufrir.

La clave es rendirse

La vida es una multitud de experiencias, y una vez que aprendes a rendirte a cada momento, vas a poder apreciar todo. Y fíjate, las cosas que más nos cuestan son siempre oportunidades para crecer. La dicha viene en forma natural cuando estamos anclados en el momento presente, cuando estamos anclados en la conciencia, pero ¿qué hacemos? Lo primero que buscamos es la felicidad en “otro momento”. Sin embargo, solo tenemos que ser. Ser, ahora. En este momento, en nuestro corazón.

El ego nos saca del momento presente

Es el ego el que quiere sufrir, y nos saca de este momento, porque el ego quiere atención, está siempre buscando atención. Desde niños aprendemos a manipular para conseguir lo que queremos, para recibir esa atención. Algunos niños hasta se enferman a menudo para recibirla.

Tenemos todo tipo de hábitos diferentes que nos llevan a sufrir

El primero es el que estamos viendo, el no rendirnos al momento presente. Tenemos que aprender a rendirnos en cada momento, sin buscar nada, solo enfocados en nuestra conciencia. Las personas que son felices no están buscando la felicidad “en otro momento”. Las personas que se aman a sí mismas no están buscando el amor afuera.  Y ése es el secreto de estar en cada momento, en nuestra conciencia, porque no es ilusorio, es interno y es permanente, y sin apegos.

Ver nuestra propia víctima

También tenemos que ver cómo nos gusta sentirnos víctimas: “Tú me estás haciendo sufrir, tú eres la razón por la que soy infeliz. Si te comportaras como yo quiero, yo podría ser feliz.” Todo ahí depende de lo externo: “Algo malo me está sucediendo”, “algo malo me están haciendo”, “tú necesitas hacerme sentir mejor”.

¿Pero qué significa eso? Que no estamos tomando responsabilidad por lo que estamos siendo. Al no ser conscientes, llegamos hasta ese punto, pero en algún momento podemos comenzar a ver a nuestra propia víctima y el cómo seguimos creando situaciones que nos dejan estancados en ese lugar limitado.

Hacernos conscientes para elegir otra cosa

Tal vez haya puntos ciegos. Sin embargo, si vamos realmente profundo en nosotros, podemos ser conscientes de lo que estamos haciendo. Y aunque es una energía densa, estamos cómodos ahí, ¡porque hemos estado allí por tanto tiempo! Pero es una adicción, y al hacernos conscientes podemos elegir otra cosa.

Ser más genuinos

Podemos ser libres de esos deseos que nos sacan del momento presente, podemos ser genuinos, no estar actuando todo el tiempo, no usar máscaras todo el tiempo, no manipular, sino ser nuestra esencia verdadera.

Los cambios son difíciles para los seres humanos,
es difícil ser genuino,
es difícil ser real,
porque nos hace sentir vulnerables a las críticas.

Pero podemos hacerlo, ¡claro que podemos! ¿Qué te parece empezar hoy, en este momento?