Tienes que dejar de juzgar lo que has hecho en tu vida. Esto es un juego, un juego que has elegido jugar. Todo lo que has logrado, todo lo que has atravesado, ya sea que lo juzgues como bueno o malo, ha creado tu experiencia humana. Es maravilloso, es especial, es mágico. Es perfecto.
Mantente inocente
Sé más inocente. Lo que sea que hagas, confía, y hazlo desde un lugar de dicha. Piensas que deberías estar haciendo algo diferente, pero no, solo tienes que estar un cien por ciento presente en cada momento.
Eleva tu vibración
Tienes que saber que al elevar tu conciencia, en forma natural estás expandiendo la conciencia de los que te rodean. Tus reacciones van a ser diferentes, van a venir del amor. No van a estar más motivadas por el miedo. Confía en tu propio corazón, no lo puedes hacer mal. Tienes que confiar en ti mismo, amándote a ti mismo.
El egoísmo viene del miedo
Mientras te mantengas encerrado en la ilusión del miedo y la protección, vas a experimentar el egoísmo. Te percibes a ti mismo como pequeño y con posibilidad de ser lastimado, de modo que actúas en forma egoísta y te aferras desde un lugar de necesidad.
Cuando conoces tu grandeza no sientes necesidad de tomar del otro, porque estás completo en ti mismo. A medida que expandes tu conciencia y el miedo se disuelve en el amor, el egoísmo se va a caer naturalmente. Pero no te juzgues por ser egoísta, esa es una respuesta automática que hemos aprendido en la niñez.
Los juegos de manipulación de nuestras familias a menudo usan el egoísmo como su herramienta favorita:
“Tu eres egoísta, deberías ciudar a tu hermana, deberías compartir tus cosas, deberías cuidar mejor a tu madre, si nos quisieras no nos dejarías…”
Deja atrás la manipulación
Toda la sociedad moderna usa estas manipulaciones. Se usan para tener control, nos hacen sentir seguros: “Si te puedo hacer sentir culpable, harás lo que quiero”. Cuando comienzas a perdonarte a ti mismo y a amarte exactamente como eres, los juicios y la culpa van a empezar a caer. La culpa es el ego:
“Tu eres malo, no estás pensando primero en los otros, no estás poniendo primero a los otros, no eres una buena persona, eres egoísta”.
Esa voz te mantiene pequeño. Juzgarte a ti mismo como egoísta te mantiene atrapado en la pequeñez y en el miedo, y a su vez, el miedo te mantiene atrapado en el egoísmo, y es lo que nos impide amarnos incondicionalmente.
¿Y si el propósito de la experiencia humana solo fuera ser amor en todo, siempre? ¿Y si eso fuera todo? ¿Y si fuera imposible experimentar menos amor, porque no tendríamos expectativas, no necesitaríamos que nuestro mundo se viera de otra determinada manera? ¿Y si la experiencia humana no tuviera ningún propósito, si no tuviera sentido?
Siempre estarás contigo mismo, disfrútate
La conciencia es dicha, sin ninguna razón. Solo es. Esta dicha va a venir naturalmente a medida que vas más profundo en ti mismo. No pretendas sentirte dichoso si no lo estás. Habrá momentos en los que no sentirás dicha, te vas a sentir triste y molesto y vas a odiar todo, vas a querer salir corriendo. Pero no hay adonde ir, porque donde quiera que vayas, ahí estarás tú. ¿Esto te suena familiar? “Me voy para Europa, las cosas van a ser mejores en Europa”. Pero cuando llegas: “Ahhhh, sigo aquí”.
Sé feliz
Tú piensas que todo está afuera, yo sé que todo está adentro. Tu percepción es el exacto opuesto a la verdad. Tú crees en tiempo y espacio, pero no hay nada más que este momento.
Este maravilloso
y perfecto momento.
Sumérgete ahí,
sé feliz.