¿Cómo has transitado esta última semana desde mi propuesta invitándote a intentar la práctica positiva de la apreciación?  

Tal vez te has encontrado con cierta luz sobre la acción – casi compulsiva – de quejarte de todas las cosas que no te gustan, que no te sirven para satisfacer tus planes.  No nos damos cuenta, pero la queja automática nos corroe la posibilidad de estar presentes en cada momento experimentando con dicha los momentos simples de la vida.

Quejas VS Apreciación

Si pasamos, sin darnos cuenta, un tiempo largo de queja en queja – queja del gobierno, de la economía, de los impuestos, de los profesores, del jefe, del clima, de la salud, de nuestro cuerpo, del trabajo, o la falta de trabajo, del frío, del calor – nos encontramos con que esa energía va enfermándonos de descontento, sin poder ver más allá de nuestra nariz y constantemente peleándonos con todo lo que es.

Ahora que comenzamos más conscientemente a apreciar, podremos sentir el beneficio de ello.  Comienza a abrir espacio para los SÍ, percibirte en los aspectos que sí logran, que sí se valoran, donde sí se puede, apreciando la belleza, apreciando el entorno. Hay mucho que apreciar, y así, poquito a poco, vamos construyendo puntos de empoderamiento, abrazándonos, elevando la autoestima. Para ello, tenemos que poder estimarnos a nosotros.

Abrirse al SÍ de lo nuevo

 El aprender a hacer lo que no sabemos y el ir desactivando hábitos automáticos que son como muros, requiere insistencia amorosa, repetitiva, de esta práctica, tal como lo hacemos cuando vamos al gimnasio: crecemos en tonicidad muscular. Te invito a ir registrando por escrito, diariamente, al menos 5 aspectos que vayas apreciando en tu día a día.

Aprendiendo a apreciar

Te invito a que cuando estés despertando por la mañana, sientas tu corazón en una actitud apreciativa. ¡Tu corazón late, pero no eres tú quien hace eso! Aprecia la maravilla que te permite la vida, siente tu cuerpo, cada parte, aunque haya achaques, no importa, siente y aprecia, ¡es pura vida!

Al moverte, aprecia lo que sí puedes hacer.  Al beber algo o comer, siente el gusto, la temperatura, y aprecia. Y así, ve dando pasitos que te ayuden a construir un estado de apreciación, contigo y con tu vida.

Cuando te encuentres con otra persona, en la casa o afuera, escúchalo atentamente, y encuentra siempre algo para apreciar, verbalízalo, entrégalo. Es simple, es posible, es nutritivo, para ti y para la otra persona.

Comenzarás naturalmente a vibrar y sentir este estado interno que te lleva a agradecer, y siente cómo eso se irradia a todo lo que te rodea. Percibe esa sutil sonrisa que, por el hecho de vibrar en esa energía, se dibuja en tu corazón.  ¡Y me cuentas!

Estamos entrenando en este gimnasio virtual de la autoestima y el empoderamiento utilizando el Sistema Isha.  Y como siempre, cuentas mensualmente los seminarios de nuestra querida Yael y donde podrás para profundizar aún más en ello.  Para la próxima semana juntos nos sumergiremos un poquito más, llegando más lejos de donde hemos alcanzado hasta ahora.

Visita nuestra página y conoce la gran posibilidad de eventos que tienes para crecer en conciencia www.ishajudd.com

Aprende el Sistema Isha con Yael Unger en un Seminario Online el 10 de Junio, quien te enseñará a practicar las herramientas que te llevarán a apreciar y amarte

¿Tienes preguntas que quieras hacernos? Escríbenos a [email protected]