La ventana de la percepción es nuestro subconsciente, son las grabaciones e interpretaciones de los hechos que nos han sucedido a lo largo de nuestras vidas. Y estas interpretaciones crean nuestro mundo, crean nuestra experiencia de cómo percibimos nuestro Universo.

Cuando nos cerramos al amor

Les daré algunos ejemplos: cuando nací fui dada en adopción, entonces mi primer sistema de creencias fue que “las personas que me amaban me iban a abandonar”.  Mi familia adoptiva me amaba enormemente, pero cuando me dijeron que era adoptada yo me cerré a ese amor, porque decidí que “el amor era algo en lo que yo no podía confiar”. Y a partir de ese momento comencé a alejar el amor de mí.

No soy lo suficiente

Luego tuve varias experiencias ocurridas en la escuela: mi familia era muy intelectual y yo no era una alumna muy brillante, de modo que adquirí la creencia de que “no era lo suficientemente inteligente”. Y cuando estaba creciendo era bastante gordita y común, y eso me hizo creer que “no era lo suficientemente bonita”. Esa era mi ventana, así percibía yo el mundo.

Pero nada de eso era verdad: ¡yo era bonita, era inteligente y era la fuente de todo el amor! Somos únicos y perfectos exactamente como somos, pero solo podemos percibir lo que está mal, y proyectamos ese miedo en el afuera. Lo que sea que percibimos en el afuera, lo hacemos a través de nuestra ventana de percepción. Cuando no tenemos conciencia, percibimos todo a través de esa ventana sucia.

Podemos cambiar la percepción hacia el afuera

Pero nosotros creamos nuestro mundo en cada momento, somos maestros creadores, aunque no lo sepamos. Creemos que somos víctimas de todo lo externo, pero todo lo que percibimos afuera lo hemos creado nosotros. Entonces, cuando retornamos al amor nuestra percepción cambia y lo que percibimos afuera, es la perfección.

El intelecto siempre está defendiendo una idea

Solo cuando no estamos en el amor percibimos la dualidad y el miedo a lo que está mal. Puedo hablar de dualidad y de limitaciones eternamente, porque son muy complejas y muy entretenidas para el intelecto. ¡El intelecto abraza la dualidad y el miedo con gran fervor! Eso es lo que lo mantiene entretenido con sus 60.000 pensamientos diarios.

Pero tú tienes que ser tan inteligente que llegues a un punto en el que puedas ver que tu intelecto es una protección, y que en algún momento lo tienes que soltar, para poder encontrar algo mayor, algo más poderoso, algo que está mas allá del intelecto. Porque el intelecto siempre está defendiendo una idea, y la conciencia está mucho mas allá de las ideas, la conciencia está sustentada en el amor incondicional.

Intelecto vs Amor-conciencia

Ahora, el intelecto no puede percibir la dicha, la apreciación, el amor incondicional, como una fuerza permanente. Y cuando el intelecto no puede entender algo, lo niega. No lo puede demostrar y entonces lo niega directamente ¿Por qué? Porque dentro del intelecto, dentro de lo mental, nos sentimos seguros, pero frente a lo desconocido no tenemos control, simplemente no tenemos control.

Pero ¡el amor – la verdad – es tanto mas simple! No tiene preguntas. Solo es, en perfección, en el momento presente. Es inocente. Eso es lo que sucede cuando la ventana está limpia. La conciencia eclipsa a la dualidad.

Cuando somos conscientes podemos elegir el cambio

Entonces, para poder entrar en ese espacio en el que atestiguamos al intelecto, tenemos que expandir nuestra conciencia, y a medida que la conciencia se expande, vamos a comenzar a ver los trucos de la mente que nos convirtieron en adictos al sufrimiento. Pero lo veremos desde un lugar de conciencia, y entonces podremos cambiar.